Darse cuenta de la importancia de la conversación.
Reconocer los motivos y necesidades de la comunicación interpersonal.
Discernir hábitos de conversación.
La mayoría de nosotros pasamos gran parte de nuestro día interactuando con otras personas a través de lo que se conoce como una conversación. Según Judy Apps, la palabra “conversación” se compone de las palabras con (con) y versare (turno): “la conversación es giro y giro — alternas”. 1 Como tal, una conversación no es un monólogo o acto de discurso singular; es un proceso diádico donde dos personas se involucran entre sí en interacción que tiene múltiples giros. Los filósofos han estado escribiendo sobre la noción del término “conversación” y su importancia en la sociedad desde que comenzó la palabra escrita. 2 Para nuestros propósitos, dejaremos la filosofación a los filósofos y comenzaremos con la suposición subyacente de que la conversación es una parte importante de la experiencia interpersonal. A través de conversaciones con otros, podemos construir, mantener y terminar relaciones.
Llegar a una definición académica para el término “conversación” no es una tarea fácil. En cambio, Donald Allen y Rebecca Guy ofrecen la siguiente explicación: “La conversación es la base primaria de las relaciones sociales directas entre las personas. Como proceso que ocurre en tiempo real, la conversación constituye un intercambio recíproco y rítmico de emisiones verbales. Es un proceso de intercambio que desarrolla una experiencia social común”. 3 A partir de esta explicación, una conversación es cómo las personas se involucran en la interacción social en su día a día. Desde esta perspectiva, una conversación es puramente un proceso verbal. Para nuestros propósitos, preferimos la definición de Susan Brennan: “La conversación es una actividad conjunta en la que dos o más participantes utilizan formas lingüísticas y señales no verbales para comunicarse interactivamente”. 4 Brennan sí diferencia las conversaciones, que pueden involucrar a dos o más personas, de los diálogos, que solo involucran a dos personas. Para nuestros propósitos, esta distinción no es crítica. Lo esencial es que las conversaciones sean una de las formas más comunes de comunicación interpersonal.
Cada vez es mayor la preocupación de que en el mundo altamente mediado de hoy, la simple conversación se esté convirtiendo en cosa del pasado. Sherry Turkle es uno de los principales investigadores sobre cómo los humanos se comunican usando la tecnología. Cuenta la historia de un niño de 18 años que usa los mensajes de texto para la mayoría de sus interacciones fundamentales. El chico le dijo con nostalgia a Turkle: “Algún día, algún día, pero desde luego ahora no, me gustaría aprender a tener una conversación”. 5 Cuando le pregunta a los Millennials en todo el país qué hay de malo en mantener una conversación simple:
“Te diré qué tiene de malo tener una conversación. Se lleva a cabo en tiempo real y no puedes controlar lo que vas a decir”. Entonces ese es el resultado final. Enviar mensajes de texto, correo electrónico, publicar, todas estas cosas nos permiten presentarnos como queremos ser. Llegamos a editar, y eso significa que tenemos que borrar, y eso significa que llegamos a retocar, la cara, la voz, la carne, el cuerpo, no muy poco, no demasiado, justo. 6
¿Es este el mundo en el que vivimos ahora? ¿La gente se ha vuelto tan adicta a su tecnología que mantener una conversación simple se está volviendo pasé?
No se debe dar por sentada la comunicación. Al leer este libro, notarás cuánta comunicación puede ser crítica en nuestra vida personal y profesional. La comunicación es un componente vital de nuestra vida. Hace algunos años, un penal decidió disminuir la cantidad de comunicación que los internos pudieran tener entre sí. Los administradores penitenciarios decidieron que no querían que los internos compartieran información. Sin embargo, con el tiempo, los presos desarrollaron una forma de comunicarse entre sí usando códigos en las paredes y sacando mensajes a través de tuberías. Incluso cuando a los internos no se les permitía hablar entre ellos vía cara a cara, todavía podían encontrar otras formas de comunicarse. 7
Tipos de Conversaciones
David Angle sostiene que las conversaciones se pueden categorizar en función de la direccionalidad (unidireccional o bidireccional) y el tono/propósito (cooperativa o competitiva). 8 Las conversaciones unidireccionales son conversaciones en las que un individuo está hablando con la otra persona y no con la otra persona. Aunque estos intercambios son técnicamente conversaciones por la inclusión de retroalimentación no verbal, uno de los socios conversacionales tiende a monopolizar la mayor parte de la conversación mientras que el otro compañero es más un receptor pasivo. Las conversaciones bidireccionales, por otro lado, son conversaciones donde hay implicación e interacción mutuas. En conversaciones bidireccionales, las personas están hablando activamente, proporcionando retroalimentación no verbal y escuchando.
Además de las interacciones uno vs. bidireccional, Angle también cree que las conversaciones se pueden desglosar sobre si son cooperativas o competitivas. Las conversaciones cooperativas están marcadas por un interés mutuo en lo que todas las partes dentro de la conversación tienen que aportar. Por el contrario, los individuos en conversaciones competitivas están más preocupados por sus puntos de vista que otros dentro de la conversación. Angle desglosa aún más su tipología de conversaciones en cuatro tipos distintos de conversación (Figura 7.1.1).
Discurso
El primer tipo de conversación es la cooperativa unidireccional, que Angle etiquetó como discurso. El propósito de una conversación discursiva es que el remitente transmita información al receptor. Por ejemplo, un profesor dictando una conferencia o un orador dando un discurso.
Diálogo
El segundo tipo es lo que la mayoría de la gente considera una conversación tradicional: el diálogo (bidireccional, cooperativo). Según Angle, “El objetivo es que los participantes intercambien información y construyan relaciones entre sí”. 9 Cuando vas a una primera cita, el propósito general de la mayoría de nuestras conversaciones en este contexto es el diálogo. Si las conversaciones toman uno de los otros tres tipos, podrías encontrarte no consiguiendo una segunda cita.
Debate
El tercer tipo de conversación es la conversación bidireccional y competitiva, que Angle etiqueta como “debate”. La conversación de debate se trata menos de dar información y más de persuadir. Desde esta perspectiva, las conversaciones de debate ocurren cuando el objetivo final de la conversación es ganar una discusión o persuadir a alguien para que cambie sus pensamientos, valores, creencias y comportamientos. Imagina que estás sentado en un grupo de estudio y estás tratando de abogar por un enfoque específico para el proyecto de tu grupo. En este caso, tu objetivo es persuadir a los demás dentro de la conversación a tu punto de vista.
Diatriba
Por último, Angle discute la diatriba (unidireccional, competitiva). El objetivo de la conversación diatriba es “expresar emociones, browbeat a aquellos que no están de acuerdo contigo, y/o inspirar a aquellos que comparten la misma perspectiva”. 10 Por ejemplo, imagina que tu mejor amigo ha venido a tu dormitorio, departamento o casa para desahogarse sobre la calificación que recibió en una prueba.
Necesidades de Comunicación
Hay muchas razones por las que nos comunicamos entre nosotros, pero ¿cuáles son nuestras necesidades básicas de comunicación? La primera razón por la que nos comunicamos es por necesidades físicas. Las investigaciones han demostrado que necesitamos comunicarnos con los demás porque nos mantiene más saludables. Ha habido un vínculo directo con la salud mental y física. Por ejemplo, se ha demostrado que las personas que tienen cáncer, depresión, e incluso el resfriado común, pueden aliviar sus síntomas simplemente comunicándose con los demás. Las personas que comunican sus problemas, sentimientos y pensamientos con los demás tienen menos probabilidades de guardar rencores, enojo, hostilidad, lo que a su vez causa menos estrés en sus mentes y sus cuerpos.
Otra razón por la que nos comunicamos con los demás es que da forma a quienes somos o a las necesidades de identidad. Quizás nunca te diste cuenta de que eras gracioso hasta que tus amigos te dijeron que eras bastante humorístico. A veces, nos convertimos en quienes somos basados en lo que otros nos dicen y sobre nosotros. Por ejemplo, a lo mejor tu madre te dijo que eres una escritora talentosa. Crees esa información porque te lo dijo alguien que respetabas. Así, la comunicación puede influir en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos.
La tercera razón por la que nos comunicamos es por necesidades sociales. Nos comunicamos con otros para iniciar, mantener y terminar relaciones con otros. Estas relaciones pueden ser personales o profesionales. En cualquier caso, tenemos motivos u objetivos para comunicarnos con otras personas. El concepto de motivos de comunicación fue creado por Rebecca Rubin. Encontró que hay seis razones principales por las que los individuos se comunican entre sí: control, relajación, escape, inclusión, afecto y placer.
Los motivos de control son medios para lograr el cumplimiento. Los motivos de relajación son formas de descansar o relajarse. Los motivos de escape son razones para el desvío o evitación de otras actividades. Los motivos de inclusión son formas de expresar emoción y sentir un vínculo con la otra persona. Los motivos de afecto son formas de expresar el amor y el cuidado de otra persona. Los motivos de placer son formas de comunicarse para el disfrute y la emoción.
Para mantener nuestra rutina diaria, necesitamos comunicarnos con los demás. La última razón por la que nos comunicamos es por necesidades prácticas. Para intercambiar información o resolver problemas, necesitamos platicar con otros. La comunicación puede evitar que ocurran desastres. Para crear y/o mantener un equilibrio diario en nuestras vidas, necesitamos comunicarnos con otras personas. De ahí que no haya comunicación escapatoria. Lo hacemos todo el tiempo.
Principales conclusiones
La comunicación es muy importante, y no debemos darla por sentada.
Hay seis motivos de comunicación: control, afecto, relajación, placer, inclusión y escape. Hay cuatro necesidades de comunicación: física, de identidad, social y práctica.
Los hábitos de comunicación son difíciles de cambiar.
Ejercicios
Imagina si no pudieras hablar verbalmente con otros en una situación cara a cara. ¿Cómo adaptarías tu comunicación para que aún puedas comunicarte con los demás? ¿Por qué elegirías este método?
Crea una lista de todas las razones por las que te comunicas y categoriza tu lista en función de los motivos y necesidades de comunicación. ¿Por qué crees que te comunicas de la forma en que lo haces?
Reflexiona sobre cómo te presentas en una nueva situación. Escribe lo que normalmente le dices a un extraño. Puedes jugar roles con un amigo y luego cambiar roles. ¿Qué notaste? ¿Cuántas de esas declaraciones son habituales? ¿Por qué?