16.8: Conclusión
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Los niños en edad escolar experimentan el aprendizaje en una amplia gama de entornos. La familia, la escuela y la comunidad (incluidos los entornos de atención en edad escolar) brindan diversas oportunidades para que los niños exploren relaciones e ideas y desarrollen competencias y habilidades. La diversidad en la vida familiar y comunitaria significa que los niños en edad escolar experimentan pertenencia, ser y llegar a ser de muchas maneras diferentes. Aportan sus diversas experiencias, perspectivas, expectativas, conocimientos y habilidades a su aprendizaje.
El aprendizaje de los niños es dinámico, complejo y holístico. Los aspectos físicos, sociales, emocionales, personales, espirituales, creativos, cognitivos y lingüísticos del aprendizaje están intrincadamente entrelazados e interrelacionados.
Jugar es un contexto para aprender que:
- permite la expresión de personalidad y singularidad
- Mejora disposiciones como la curiosidad y la creatividad.
- permite a los niños hacer conexiones entre experiencias previas y nuevos aprendizajes • ayuda a los niños a desarrollar relaciones y conceptos
- estimula una sensación de bienestar.
Los niños construyen activamente su propia comprensión y contribuyen al aprendizaje de los demás. Reconocen su acción, capacidad para iniciar y liderar el aprendizaje, y sus derechos a participar en las decisiones que les afectan, incluido su aprendizaje.

Las experiencias recreativas construidas por niños y apoyadas por educadores informados promueven el aprendizaje dinámico, complejo y holístico de los niños. La felicidad, el optimismo y el sentido de la diversión de los niños son disposiciones importantes para su bienestar emocional y su capacidad de recuperación. En los entornos de atención en edad escolar, el sentido de responsabilidad de los niños por su aprendizaje está co-determinado y las habilidades y actitudes hacia el aprendizaje permanente se consolidan. Los niños que participan activamente en la construcción de la comunidad desarrollan intereses comunes y aprenden sobre la ciudadanía.
Ver a los niños como participantes activos y tomadores de decisiones abre las posibilidades para que los educadores superen las expectativas preconcebidas sobre lo que los niños pueden hacer y aprender. Esto requiere que los educadores respeten y trabajen con las cualidades, habilidades e intereses únicos de los niños. Cuando los niños tienen opciones y control, experimentan conexiones entre acciones y consecuencias.
Las prácticas de los educadores y las relaciones que forman con los niños y las familias tienen un efecto significativo en el sentido de identidad y bienestar de los niños, lo que afecta la participación y el éxito de los niños en el aprendizaje. Los niños prosperan cuando las familias, los educadores y la comunidad en general (especialmente las escuelas) trabajan juntos en colaboración para apoyar el bienestar y el aprendizaje de los niños.[2]
Referencias
[1] Imagen por Kathryn Calvert esta en dominio publico
[2] My Time, Our Place - Framework for School Age Care in Australia by the Department of Education and Training is licensed under CC BY 4.0;
Australian Government Department of Education (n.d.) Educator My Time, Our Place. Retrieved from files.acecqa.gov.au/files/National-Quality-Framework-Resources-Kit/educators_my_time_our_place.pdf