4.2: El objetivo del monitoreo, la revisión y la evaluación de los niños pequeños
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El proceso de monitoreo
¿Quién puede monitorear el desarrollo de un niño? Los padres, abuelos, cuidadores, de servicios y maestros de la primera infancia pueden monitorear al niño que está bajo su cuidado. Como se estableció previamente en el Capítulo 3, una de las tareas de un maestro que hace uso de la enseñanza intencional es reunir datos fundamentales dentro de los primeros 60 días en que un niño empieza su programa. Con cada observación, los maestros escuchan cómo habla el niño y si se puede comunicar correctamente; prestan atención a cómo juega el niño y cómo interactúa con sus compañeros; y anotan la forma en que el niño procesa información y resuelve problemas. Al monitorear con atención a un niño, no solo podemos observar cómo crece y se desarrolla, sino que podemos registrar los cambios en el paso del tiempo. Lo más importante, podemos identificar a los niños que están fuera de los parámetros de lo que se considera un desarrollo normal o "típico".
Cuando los maestros monitorean a los niños, son observadores y llevan un registro de si los niños están alcanzando los marcadores del desarrollo "típico" en su desarrollo físico, cognitivo, lingüístico, emocional y social. Particularmente, los maestros registran el habla y el desarrollo de lenguaje del niño, sus habilidades para resolver problemas, habilidades de motricidad fina y gruesa, habilidades sociales y comportamientos, a fin de ser más receptivos a las necesidades individuales de cada niño. Aunado a eso, los maestros intentan averiguar lo que un niño puede hacer, y ver si hay alguna "señal de alerta" o área de desarrollo que necesite apoyo adicional. Como proveedores de cuidados y maestros de la primera infancia, no estamos capacitados para revisar y evaluar formalmente a los niños. Sin embargo, podemos monitorear sus acciones, hacer preguntas que guíen nuestras observaciones, llevar registro de los marcadores del desarrollo y anotar nuestras observaciones. Teniendo esta información vital, podemos tomar decisiones más informadas sobre qué es lo mejor para el niño.
¿Qué trata de decirme este niño?
Con 12 a 24 niños inquietos en un aula, es probable que surjan arrebatos ocasionales o tengamos que lidiar con comportamientos desafiantes. De hecho, una parte normal del día de un maestro implica guiar comportamientos desafiantes. Con los numerosos deberes y responsabilidades que un maestro desempeña diariamente, lidiar con estos comportamientos puede ser agotador. Cuando un niño repite una conducta desafiante, podemos sentirnos molestos, frustrados o hasta confundidos por sus acciones. Quizá nos hagamos preguntas como las siguientes:
"¿Por qué sigue pellizcando a su compañera?"
"¿Por qué pone su comida en su cabello?"
"¿Por qué llora cuando es el momento de la limpieza o cuando tiene que ponerse los zapatos?"
"¿Por qué es tan inquieta durante las actividades en grupo?"
Si no tomamos tiempo para observar las causas potenciales y los resultados asociados al comportamiento desafiante, podríamos estar poniendo únicamente parches al problema, en vez de tratar de resolverlo. Si no entendemos el porqué, no podemos darle la guía adecuada al niño ni fomentar su desarrollo integral. Como maestros que hacemos uso de la enseñanza intencional, se nos enseña a observar, documentar y analizar las acciones de un niño para poder entender mejor lo que nos está "diciendo" a través de su comportamiento. Su conducta es una forma de comunicación. Cualquier conducta desafiante que ocurre vez tras vez, está pasando por una razón. Si puedes encontrar el "patrón" en la conducta, puedes entender como redireccionar o detener este comportamiento.
¿Cómo encuentro los patrones?
Para ser más eficiente, es vital que anotemos lo que vemos y escuchamos de la forma más precisa y objetiva posible. No importa el método, herramienta o técnica de observación que usemos (por ejemplo: muestreo de eventos, conteos de frecuencia, listas de verificación o tecnología), una vez que hemos recopilado un conjunto considerable de información necesitaremos interpretarla y reflexionar en la evidencia de la observación a fin de planear el siguiente paso. Encontrar patrones puede ser útil para realizar un plan de estudios, acondicionar un ambiente con los materiales apropiados y crear situaciones sociales que sean adecuadas para el temperamento del niño.
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Piensa en esto... Los patrones ¿Qué te transmite el que veas que Wyatt constantemente va a la caja de arena a jugar con dinosaurios durante el momento de juegos en el exterior? ¿Cuál es el patrón? ¿Está Wyatt interactuando con otros niños? ¿Cómo está usando los dinosaurios? ¿Cómo puedes usar esa información para apoyar a Wyatt durante el juego en el interior del aula? Aquí hay algunas ideas: Para crear un plan de estudios: Para animar al niño a entrar al centro de artes, sabiendo que le gustan los dinosaurios, puedo poner algunas pinturas en la mesa, sacar algunos dinosaurios y agregar algunas bandejas con pintura de varios colores. Para acondicionar el ambiente: En cuanto a mis espacios, tal vez agregue libros e imágenes sobre dinosaurios, y quizá agregue materiales que puedan usarse en conjunto con los dinosaurios. Para favorecer el desarrollo social: Noté que Wyatt jugó solo en repetidas ocasiones: Quizá tenga que hacer algunas observaciones de seguimiento para ver si Wyatt está iniciando conversaciones, alternando entre jugar con otros y jugar por su cuenta. Como puedes ver, estas son tan solo algunas sugerencias. ¿Qué ideas se te ocurrieron a ti? Al monitorear a los niños de nuestra clase, recopilamos información para crear un espacio en donde se tenga en consideración la personalidad individual, las fortalezas de aprendizaje, las necesidades e intereses de cada niño. Ya sea que un niño tenga una discapacidad, retraso o deficiencia o se esté desarrollando a un ritmo normal, descubrir su patrón único nos ayudará a adaptarnos a sus necesidades. |
¿Qué es una señal de alerta?
Si al monitorear el desarrollo de un niño, identificamos una "señal de alerta", es nuestra responsabilidad como maestros de informar a la familia, de forma oportuna, sobre el progreso de desarrollo de su hijo. Primero, el maestro y la familia acuerdan una cita para hablar sobre lo que se ha observado y documentado. En la cita, cada uno compartirá sus perspectivas sobre el comportamiento, las prácticas, manías, rutinas y conjuntos de habilidades del niño. Habrá un momento para hacer preguntas y aclarar inquietudes, y se desarrollará un plan de acción. Es probable que se sugieran algunos ajustes a su ambiente para satisfacer las necesidades individuales del niño, y se discutan algunas ideas sobre cómo adaptar las interacciones sociales con sus compañeros. Una vez que se tenga un plan, el maestro continuará monitoreando al niño. Si después de algunas semanas no hay algún cambio o mejora significativos, el maestro podrá recomendar que el niño sea revisado y evaluado formalmente por un profesional (por ejemplo, un pediatra, un psicólogo especialista en problemas de conducta o un terapeuta de lenguaje).
El proceso de revisión y evaluación
¿Quién puede revisar y evaluar a los niños? Los doctores, pediatras, terapeutas de lenguaje y especialistas en problemas de conducta. Las revisiones y evaluaciones son más formales que el monitoreo. La revisión de desarrollo analiza cómo se está desarrollando un niño a través de pruebas breves. El niño completará una prueba breve, o tú completarás un cuestionario sobre él. Estas herramientas usadas para la revisión de desarrollo y conducta son cuestionarios formales o listas de verificación basadas en investigación que hacen preguntas sobre el desarrollo del niño, lo que incluye su lenguaje, movimiento, pensamiento, conducta y emociones.
Las revisiones de desarrollo son rentables y pueden utilizarse para evaluar un gran número de niños en un periodo de tiempo relativamente corto. Existen revisiones para evaluar la audición y la visión de un niño y para detectar retrasos de desarrollo significativos. Las revisiones también pueden abordar algunas preguntas e inquietudes comunes que tengan los maestros, y también los padres, en cuanto al progreso académico de un niño. Por ejemplo, cuando un maestro se pregunta por qué un niño se está comportando de cierta manera, es probable que se quiera analizar las interacciones sociales del niño y documentar la frecuencia en que ocurren ciertos comportamientos. De forma similar, cuando los padres expresan preocupación porque su hijo no esté hablando oraciones completas de la misma forma en que su hijo mayor lo hizo a esa edad, el maestro querrá escuchar y anotar las conversaciones del niño para llevar registro de su desarrollo de lenguaje.
Retrasos de desarrollo- ocurren cuando el niño está menos desarrollado mental o físicamente que el parámetro normal para su edad.
Discapacidades de desarrollo- De acuerdo con los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), las discapacidades de desarrollo son un conjunto de afecciones ocasionadas por una deficiencia en el ámbito físico, de aprendizaje, de lenguaje o de conducta. Estas afecciones comienzan durante el periodo de desarrollo, pueden afectar el funcionamiento diario de las personas y generalmente duran a lo largo de la vida. Algunas discapacidades principales incluyen:
- TDAH
- Trastornos del espectro autista
- Parálisis cerebral
- Pérdida auditiva
- Deficiencia visual
- Discapacidad del aprendizaje
- Discapacidad intelectual [35]
La práctica de revisión en niños pequeños
Para capturar de forma rápida un panorama general del desarrollo de un niño, los proveedores de cuidados y maestros de la primera infancia pueden hacer uso de varias herramientas de observación para capturar y documentar el juego, aprendizaje, crecimiento y desarrollo de un niño. Las observaciones sistemáticas y rutinarias de maestros conocedores y receptivos aseguran que los niños reciban los cuidados y el apoyo de calidad que merecen. Los maestros pueden hacer uso de diversas herramientas y técnicas de observación para examinar el desarrollo de un niño. Como cada técnica y herramienta brinda información limitada de la observación, es recomendable que los maestros combinen varias de ellas para tener la perspectiva de un panorama completo del desarrollo de un niño. Estas son algunas pautas:
- El monitoreo no puede capturar el rango completo de desarrollo ni las capacidades de los niños, pero puede brindar un panorama general
- El monitoreo solo puede indicar la posible presencia de un retraso en el desarrollo y no puede identificar de forma definitiva la naturaleza o el grado de una discapacidad
- No todos los niños con algún retraso o riesgo de retraso pueden ser identificados
- Algunos niños que muestren "señales de alerta" pueden no tener ningún retraso o discapacidad; pueden ser considerados como "excepcionales" o "dotados"
- Los niños se desarrollan a ritmos diferentes y es posible que alcancen logros a diferentes grados
Herramientas y técnicas para monitorear y revisar el desarrollo de los niños
Repasemos brevemente algunas de las opciones más comunes para monitorear el desarrollo de los niños.
Listas y tablas de verificación de los marcadores del desarrollo
Hay muchos factores que pueden influir en el desarrollo de un niño: la genética, el género, las interacciones sociales, experiencias personales, temperamentos y el ambiente. Es crucial que los educadores comprendan lo que es "típico" antes de que puedan considerar lo que es "atípico". Los marcadores del desarrollo proporcionan pautas claras sobre lo que un niño debería ser capaz de hacer en ciertos rangos de edad. Sin embargo, es importante destacar que cada niño de tu clase se desarrolla a su propio ritmo individualizado y que alcanzarán marcadores en tiempos diferentes dentro del rango de edad.
Las tablas de los Marcadores del desarrollo son esenciales al acondicionar el ambiente de tu aula. Una vez que sabes qué habilidades deberían tener los niños a ciertas edades, puedes planear metas de aprendizaje apropiadas para su nivel de desarrollo y acondicionar un ambiente del aula con materiales adecuados para la edad. Las tablas de marcadores del desarrollo también son extremadamente útiles para que los maestros y padres puedan guiar el comportamiento. A fin de establecer expectativas realistas para los niños, se recomienda que los maestros y padres revisen todas las edades y etapas de desarrollo para que comprendan cómo evolucionan los marcadores del desarrollo. Las habilidades no solo se construyen unas sobre otras, sino que también sientan las bases para el próximo marcador que está por venir. Las Tablas de marcadores del desarrollo generalmente se organizan en 4 campos: Físico, Cognitivo, Lingüístico y Socioemocional.
Tabla 4.1 - Marcadores de motricidad gruesa de los 2 meses a los 2 años [36]
Edad típica |
Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
2 meses |
|
4 meses |
|
6 meses |
|
9 meses |
|
1 año |
|
18 meses |
|
2 años |
|
Tabla 4.2 - Marcadores de motricidad fina de los 2 meses a los 2 años [37]
Edad típica |
Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
2 meses |
|
4 meses |
|
6 meses |
|
9 meses |
|
1 año |
|
18 meses |
|
2 años |
|
Tabla 4.3 - Marcadores cognitivos de los 2 meses a los 2 años [38]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
2 meses |
|
4 meses |
|
6 meses |
|
9 meses |
|
1 año |
|
18 meses |
|
2 años |
|
Tabla 4.4 - Marcadores lingüísticos de los 2 meses a los 2 años [39]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
2 meses |
|
4 meses |
|
6 meses |
|
9 meses |
|
1 año |
|
18 meses |
|
2 años |
|
Tabla 4.5 - Marcadores sociales y emocionales de los 2 meses a los 2 años [40]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
2 meses |
|
4 meses |
|
6 meses |
|
9 meses |
|
1 año |
|
18 meses |
|
2 años |
|
Tabla 4.6 - Marcadores de motricidad gruesa de los 3 a los 5 años [41]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
3 años |
|
4 años |
|
5 años |
|
Tabla 4.7 -Marcadores de motricidad fina de los 3 a los 5 años [42]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
3 años |
|
4 años |
|
5 años |
|
Tabla 4.8 - Marcadores cognitivos de los 3 a los 5 años [43]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
3 años |
|
4 años |
|
5 años |
|
Tabla 4.9 -Marcadores lingüísticos de los 3 a los 5 años [44]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
3 años |
|
4 años |
|
5 años |
|
Tabla 4.10 - Marcadores sociales y emocionales de los 3 a los 5 años [45]
Edad típica | Lo que la mayoría de los niños hacen a esta edad |
3 años |
|
4 años |
|
5 años |
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Muestreo de tiempo o recuentos de frecuencia
Cuando un maestro quiere saber qué tan frecuente o qué tan aislado es un comportamiento, usará un recuento de frecuencias para registrar el comportamiento de un niño durante un periodo de tiempo específico. Esta técnica puede ayudar a los maestros a llevar registro de las interacciones sociales de un niño, las preferencias de juego, los rasgos temperamentales, los comportamientos agresivos y el interés por actividades.
Listas de verificación
Cuando un maestro quiere examinar el desarrollo general de un niño, las listas de verificación pueden ser una herramienta muy útil para determinar la presencia o ausencia de una habilidad, un marcador o comportamiento en particular. Los maestros observarán a los niños durante los tiempos de juego, las actividades en círculo y en los centros, y marcarán las habilidades y comportamientos a medida que los observan. Las listas de verificación ayudan a determinar qué habilidades de desarrollo ya dominan, qué habilidades están desarrollando y qué habilidades aún no han aprendido.
Tecnología
Los maestros pueden usar grabadoras de video, cámaras y grabadoras de audio para grabar a los niños mientras están jugando de forma activa. Este es un método ideal para capturar frases auténticas y muestras de trabajo. La información recopilada a través de la tecnología también se puede utilizar junto con otras herramientas y técnicas de revisión como evidencias de respaldo. (Nota: es importante conocer las políticas y procedimientos del centro con respecto al consentimiento adecuado antes de fotografiar o grabar a un niño).
Muestreo de eventos y la Técnica del ABC
Cuando ocurre un incidente, podemos preguntarnos qué desencadenó ese comportamiento. El muestreo de eventos o la técnica de ABC nos ayuda a identificar las interacciones sociales y las situaciones del ambiente que pueden hacer que los niños reaccionen de ciertas maneras. Si vamos a reforzar el comportamiento positivo de alguien, o a cambiar el comportamiento negativo de alguien, primero debemos tratar de entender qué podría estar causando ese comportamiento en particular. Con un análisis ABC, el observador busca y registra un comportamiento específico. Más allá del comportamiento como tal, el observador quiere entender qué está causando el comportamiento, es decir el antecedente. El antecedente ocurre antes del comportamiento. Se piensa que, si el observador puede encontrar los "estímulos" que podrían estar desencadenando o causando el comportamiento desafiante, entonces se pueden planear estrategias potenciales para alterar, redirigir o acabar con el comportamiento desafiante. Además de descubrir el antecedente, es igual de importante saber lo que sucede después del comportamiento, es decir, la “consecuencia.” La manera de tratar a un niño después del incidente o comportamiento desafiante puede crear un patrón de refuerzo positivo o negativo. En resumen, la técnica ABC cuenta una breve historia de lo que sucede antes, durante y después de un comportamiento determinado.
El método de observación ABC requiere un poco de entrenamiento y práctica. El observador debe practicar ser neutral y estar libre de prejuicios, juicios y supuestos a fin de recopilar y anotar evidencias objetivas y retratar una imagen precisa. Aunque tal vez sea incómodo admitirlo, ciertos comportamientos pueden frustrar a un maestro. Si este observa a un niño mientras se siente frustrado o molesto, es posible que pueda alterar los datos de observación. Es importante anotar solo los hechos. Y analizar toda la situación antes de hacer cualquier suposición prematura.
Cómo recopilar tus datos
Si tiene alguna inquietud sobre la conducta de un niño o si has notado alguna ocasión en que el comportamiento de un niño ha sido bastante perturbador, deberás programar una observación planificada. Para este tipo de observación, puedes grabar video del niño en el ambiente del aula, o tomar notas de observación utilizando una técnica de registro continuo o registro de anécdotas. Para encontrar un patrón verdadero y consistente, es mejor grabar o escribir tus observaciones durante varios días. Para documentar tus observaciones, incluye el nombre del niño, la fecha, la hora, el ambiente y el contexto. Observa y anota todo lo que ves y escucha antes, durante y después del comportamiento determinado.
Cómo clasificar tus datos
Divide una hoja de papel en 3 secciones: A – para Antecedente; B – para Comportamiento; y C- para Consecuencia. Usando tus notas de observación, organiza la información que recopilaste en las secciones correspondientes. Al anotar la evidencia de observación, recuerda informar únicamente los hechos de la manera más objetiva posible. Después, interpreta la información y trata de encontrar patrones. Por ejemplo, ¿encontraste algún "estímulo" antes de que ocurriera el comportamiento? ¿Qué tipo de "refuerzo" recibió el niño después del comportamiento? ¿Cuáles son algunas estrategias posibles que puedes intentar para minimizar o redirigir el comportamiento desafiante? ¿Necesita hacer cambios en el ambiente? ¿Hay algunas interacciones sociales que deba monitorearse más? En cuanto a comportamientos desafiantes, no hay una solución rápida o una respuesta fácil. Debes seguir adelante y continuar observando al niño para ver si tus estrategias están funcionando.
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Para recordar: El método ABC (A) Antecedente: Justo antes de que ocurra un incidente o un comportamiento desafiante, está sucediendo algo que desencadena o provoca este incidente o comportamiento. Por ejemplo, un día durante el almuerzo, Susie derrama su leche (este comportamiento ya ha sucedido varias veces). En lugar de centrarse únicamente en el incidente como tal (Susie derramando la leche), presta atención a qué estaba pasando antes del incidente. Más específicamente, analiza si Susie tenía prisa por terminar su almuerzo para poder salir a jugar. ¿Estaba Susie haciéndose la graciosa? ¿Qué mano estaba usando Susie? ¿Es esta su mano dominante? ¿Es la jarra de leche demasiado grande para que Susie la manipule? (B) Comportamiento: Se refiere a las acciones medibles u observables. En este caso, Susie derramando la leche. (C) Consecuencia: La consecuencia es lo que sucede directamente después del comportamiento. Por ejemplo, justo después de que Susie derramó la leche, ¿le gritaste o mostraste una mirada seria o de disgusto? ¿Susie lloró? ¿Intentó limpiar la leche? ¿Algún niño trató de ayudar a Susie? Mira este video para obtener más información sobre el modelo ABC: https://www.youtube.com/watch?v=UVKb_BXEp5U |
Observador: Fecha: |
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Niño (a): Edad: |
Hora: Ubicación: Ambiente: |
Información de los antecedentes: |
Antecedente: |
Comportamiento: |
Efecto: |
Interpretaciones: |
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Plan de Acción / Estrategias |
La práctica de revisión y evaluación
Más allá del seguimiento, una vez que un niño ha sido "identificado con señales de alerta", tendrá que ser evaluado por un profesional que utilizará una herramienta de revisión formal para evaluar el desarrollo del niño. Las familias pueden solicitar que se realice un diagnóstico formal en la escuela primaria local si su hijo tiene entre 3 y 5 años. Dependiendo de la naturaleza de la "señal de alerta", hay una serie de herramientas que se pueden utilizar para evaluar el desarrollo de un niño. Estas son algunas pautas:
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Las revisiones están diseñadas para ser breves (30 minutos o menos)
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Un examen más completo y una evaluación formal deben ser realizados por un profesional para confirmar o desconfirmar cualquier "señal de alerta" que haya surgido durante el proceso de monitoreo o revisión inicial.
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Las familias deben ser tratadas con dignidad, sensibilidad y compasión mientras su hijo está pasando por el proceso de revisión
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Utilice una herramienta de revisión de una empresa con buena reputación
Instrumentos para pruebas diagnósticas y pruebas de evaluación
Los instrumentos que se enumeran a continuación son solo una muestra de algunas de las pruebas de revisión académica y de desarrollo que se utilizan con frecuencia.
Ages and Stages Questionnaires (ASQ), Brookes Publishing Company (disponible en español, francés y coreano)
Battelle Developmental Inventory Screening Test, Riverside Publishing
Developmental Indicators for Assessment of Learning (DIAL) III, Pearson Assessments (incluye materiales en español)
Dynamic Indicators of Basic Early Literacy Skills (DIBELS), University of Oregon Center on Teaching and Learning
Early Screening Inventory-Revised (ESI-R), Pearson Early Learning (incluye por separado los puntajes para preescolar y kínder) [46]
Para recordar: Definición de fiabilidad y validez La fiabilidad significa que los puntajes de la herramienta serán estables independientemente de cuándo se administre la herramienta, dónde se administre y quién la administre. La fiabilidad responde a la pregunta: ¿La herramienta produce información consistente en circunstancias diferentes? La fiabilidad garantiza que se obtendrá información comparable de la herramienta en diferentes situaciones. Validez significa que los puntajes de la herramienta capturan con precisión el contenido que la herramienta está destinada a capturar. La validez responde a la pregunta: ¿Está la herramienta evaluando lo que se supone que debe evaluar? |