6.9: ADORACIÓN
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Quizás el uso más frecuente del arte como medio de conexión con la vida de los espectadores a través de los tiempos ha sido con fines religiosos, a menudo conllevar los aspectos del culto mediante los cuales se presenta una deidad, persona o narrativa para que el espectador la use para expresar su devoción, como ocasión de culto, o para contemplar su significado. Entre los tipos más formalizados se encuentran las estatuas de culto imágenes de deidades, santos, o figuras veneradas como Varaha, el avatar con cabeza de jabalí, o la forma física, del dios hindú Vishnu. Aquí, Varaha está rescatando a la diosa Bhudevi asesinando al demonio que la había atrapado en el océano. (Figura 6.15) Colgando en el aire mientras sostiene su colmillo, Varaha regresó a Bhuvedi al lugar que le correspondía en la tierra.
Otros ejemplos son los enormes retablos que fueron un foco central en las iglesias durante la Edad Media, Renacimiento y Barroco (siglo XVII) en Europa, retablos como El Transparente en la Catedral de Toledo, España. Sus elaboradas tallas y dorados intervienen con la luz natural que brota desde aberturas estratégicamente colocadas en la pared y el techo. (Figura 6.16) Tales obras están diseñadas para ser inspiradoras, presentando al visor/creyente una espectacular expresión visual de misterios de la fe.