6.7: Estudio de caso

Estudio de caso

Sabeen y Alaa son una pareja de unos 20 años de Siria, y tienen una hija de tres años llamada Mais. Durante muchos años, Alaa trabajó como gerente de oficina en un hospital local. No obstante, cuando el creciente conflicto provocó la muerte de muchos vecinos, la pareja huyó juntos a Jordania. En el campo de refugiados, la familia vivía junto a muchas otras familias en cuartos muy reducidos. Alaa trató de conseguir comida y agua para la familia a diario, pero los recursos eran limitados y muchas veces llegaba a casa sintiéndose inadecuado y frustrado. Una noche cuando estaba especialmente hambriento, Mais comenzó a actuar desafiante. Alaa se volvió hacia Sabeen y enojada le preguntó por qué ya no podía manejar a su hija, dándole una palmada en la cara. Sabeen estaba conmocionada —esto nunca había sucedido antes. Alaa se veía triste, y ambos se callaron por un minuto. Cada uno deseaba poder ir a algún lugar para pensar y estar solos, pero no había ningún lugar en el campamento a donde ir. Ya sabían que sus vecinos debían haber escuchado la pelea.

A medida que aumentaban las presiones en el campamento y los recursos se hicieron más escasos, Alaa golpeó con mayor frecuencia a Sabeen. Ambos hablaron sobre cómo esperaban cuándo podrían ser reubicados, cuándo la vida sería más tranquila y su relación sería mejor. Cuando se les otorgó la condición de refugiado y llegaron a Estados Unidos, las cosas estaban mejor —por un tiempo—. Pero después de unos meses, Sabeen había encontrado trabajo limpiando casas, pero había menos trabajo disponible para los hombres. Sin nada que hacer y pocas personas con las que hablar, Alaa comenzó a beber. A medida que se volvía cada vez más agresivo, Sabeen se deprimió cada vez más, sin saber cómo responder. Una vez intentó pedir ayuda a un vecino, pero el vecino o no entendía su inglés o no respondió. Decidió que era mejor tratar de manejar bien el hogar para tratar de evitar cualquier arrebato, pero su energía se hundió cada vez más. En su pequeño departamento de una habitación, Mais siempre lograba esconderse debajo de las mantas cuando su papá comenzaba a gritar.

Un día, Sabeen decidió platicar con un compañero refugiado sobre su situación familiar. Se sintió bien hablar de ello, y la amiga dijo que Sabeen siempre podía venir a su departamento si necesitaba escaparse por una noche. Sabeen comenzó a salir de casa con Mais justo después de que comenzara un arrebato, antes de que las cosas pudieran escalar demasiado lejos. Alrededor de esta época, Alaa encontró trabajo. Empezó a volverse menos violento, y los arrebatos se hicieron cada vez menos frecuentes.
Contexto para el estudio de caso tomado de Leigh, 2014