El niño llega a sentirse emocionalmente conectado a la madre porque la asocia con la descarga de las pulsiones primarias, como el hambre, y no con la de las pulsiones que podrían ser de naturaleza vin...El niño llega a sentirse emocionalmente conectado a la madre porque la asocia con la descarga de las pulsiones primarias, como el hambre, y no con la de las pulsiones que podrían ser de naturaleza vincular.[1] Hoy en día, la investigación de Harlow se considera uno de los primeros experimentos que demuestran la importancia de la “comodidad del contacto” al generar el vínculo entre el bebé y el cuidador.[1]