Sin una interacción regular —las caricias, los abrazos, las charlas, las explicaciones y las demostraciones que se hacen a la mayoría de los niños pequeños—, no había aprendido a caminar ni a hablar, ...Sin una interacción regular —las caricias, los abrazos, las charlas, las explicaciones y las demostraciones que se hacen a la mayoría de los niños pequeños—, no había aprendido a caminar ni a hablar, ni a comer ni a relacionarse, ni a jugar, ni siquiera a entender el mundo que la rodeaba.