Por ejemplo, si un niño dice: “¡Dame leche!”, nuestra primera respuesta podría ser: “Así no se piden las cosas”. Es posible que no nos demos cuenta de que los modales (o la falta de ellos) influyen en...Por ejemplo, si un niño dice: “¡Dame leche!”, nuestra primera respuesta podría ser: “Así no se piden las cosas”. Es posible que no nos demos cuenta de que los modales (o la falta de ellos) influyen en nuestras reacciones de una manera específica. En la medida de lo posible, los cuidadores deben reconocer los prejuicios y las influencias de nuestra lente cultural y, a continuación, eliminarlos de las observaciones y ser intencionados a la hora de eliminarlos de la documentación.