Seguir las señales de la mirada se convierte en algo casi automático, y la dirección de la mirada de las personas adultas provoca rápidos cambios en la atención visual incluso en bebés de tan solo tre...Seguir las señales de la mirada se convierte en algo casi automático, y la dirección de la mirada de las personas adultas provoca rápidos cambios en la atención visual incluso en bebés de tan solo tres meses de edad (Hood et al., 1998).