Génesis 2:7 describe cómo creó Dios al primer hombre, Adán: “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser vivo...Génesis 2:7 describe cómo creó Dios al primer hombre, Adán: “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en un ser vivo”. Una de las palabras hebreas para alma, neshama, también significa “aliento”. En el judaísmo, la introducción de la forma o alma en el cuerpo se convierte en un acto de Dios que da vida.