Voy a confiar en él en tus manos, y estoy seguro de que cumplirás con tu deber fielmente, y lo traerás de regreso a casa sano y salvo, al viejo Kentucky”. Grandison sonrió. “Oh yas, marster, voy a tom...Voy a confiar en él en tus manos, y estoy seguro de que cumplirás con tu deber fielmente, y lo traerás de regreso a casa sano y salvo, al viejo Kentucky”. Grandison sonrió. “Oh yas, marster, voy a tomar keer er joven Mars Dick”. —Pero quiero advertirte, Grandison —continuó impresionantemente el coronel— contra estos abusados abolicionistas, que tratan de atraer a los sirvientes de sus cómodas casas y de sus dueños indulgentes, de los cielos azules, de los campos verdes, y de la cálida luz del s…