Llegué un poco tarde en la escena, y sentí, mientras él estaba de pie con nostalgia mirándome ante la puerta de la posada en la que el entrenador lo había puesto, que yo lo había visto, en el instante...Llegué un poco tarde en la escena, y sentí, mientras él estaba de pie con nostalgia mirándome ante la puerta de la posada en la que el entrenador lo había puesto, que yo lo había visto, en el instante, sin y dentro, en el gran resplandor de la frescura, la misma fragancia positiva de pureza, en la que tuve, desde el principio momento, vio a su hermanita.