Llamamos a algunos lugares más con nombres absurdos, donde la alegre danza de la muerte y el comercio continúa en un ambiente quieto y terroso como de una catacumba sobrecalentada; a lo largo de la co...Llamamos a algunos lugares más con nombres absurdos, donde la alegre danza de la muerte y el comercio continúa en un ambiente quieto y terroso como de una catacumba sobrecalentada; a lo largo de la costa sin forma bordeada por olas peligrosas, como si la propia naturaleza hubiera tratado de alejar a los intrusos; dentro y fuera de los ríos, arroyos de la muerte en la vida, cuyas orillas se pudrieron en barro, cuyas aguas, engrosadas en limo, invadieron los manglares retorcidos, que parecían ret…