“Está bastante bien, querido muchacho”, dijo la tía Josephine, como si él y ella estuvieran juntos en lo del dentista. “Entiende en un minuto”. Y ella le susurró a Cyril: “Se está poniendo un poco sor...“Está bastante bien, querido muchacho”, dijo la tía Josephine, como si él y ella estuvieran juntos en lo del dentista. “Entiende en un minuto”. Y ella le susurró a Cyril: “Se está poniendo un poco sordo, ya sabes”. Entonces ella se inclinó hacia adelante y realmente le gritó al abuelo Pinner, “Cyril solo quería decirte, padre querido, que su padre sigue siendo muy aficionado a los merengues”.