Mientras el niño dormía, de pronto empezó a aparecer un programa de difusión desde Londres; y a la mañana siguiente, ante el asombro de su choque y accidente (cuanto más atrevido de los chicos se aven...Mientras el niño dormía, de pronto empezó a aparecer un programa de difusión desde Londres; y a la mañana siguiente, ante el asombro de su choque y accidente (cuanto más atrevido de los chicos se aventuraban a sonreírse el uno al otro), Little Rubén despertó repitiendo palabra por palabra una larga conferencia de ese viejo y curioso escritor (” uno de los pocos cuyas obras se les ha permitido llegar a nosotros”), George Bernard Shaw, quien hablaba, según una tradición bien autenticada, de su pr…