Entonces, con un pequeño comienzo se despertaba de nuevo —despertaba con las payasadas en el acuario de los Campeones de Tenis, con la representación de Super-Vox-Wurlitzeriana [1] de “Abrázame hasta ...Entonces, con un pequeño comienzo se despertaba de nuevo —despertaba con las payasadas en el acuario de los Campeones de Tenis, con la representación de Super-Vox-Wurlitzeriana [1] de “Abrázame hasta que me drogues, cariño”, al cálido calado de verbena que llegaba soplando a través del ventilador sobre su cabeza, despertaría para estas cosas, o más bien a un sueño del que estas cosas, transformadas y embellecidas por el soma en su sangre, eran los componentes maravillosos, y sonríen una vez más…