Su cabeza yacía sobre su pecho —era como si inexplicablemente se hubiera dado la vuelta y simplemente se hubiera detenido ahí— su cuerpo estaba arqueado hacia atrás, sus piernas, en un impulso de auto...Su cabeza yacía sobre su pecho —era como si inexplicablemente se hubiera dado la vuelta y simplemente se hubiera detenido ahí— su cuerpo estaba arqueado hacia atrás, sus piernas, en un impulso de autoconservación, se presionaron juntas en las rodillas, pero rasparon el suelo, como si no estuvieran realmente en el suelo sino que buscaran el suelo real, y todo el peso de su cuerpo, ciertamente muy pequeño, recayó en contra de una de las mujeres, quien pidió ayuda con la respiración nerviosa, pues…