Un gran agradecimiento a Jerry Farber por explicar y demostrar los ideales pedagógicos en el corazón de este texto y por leer borradores anteriores y a Bill Covino por introducirme en la retórica y la...Un gran agradecimiento a Jerry Farber por explicar y demostrar los ideales pedagógicos en el corazón de este texto y por leer borradores anteriores y a Bill Covino por introducirme en la retórica y la pedagogía de la composición. Mis padres, Dave y Rachael Lehmberg, por animarme a lo largo de la escritura de este libro y por darme confianza y orientación amorosa a lo largo de mi vida.