En la pintura, si miramos el techo de la Capilla Sixtina en Roma, con sus elegantes desnudos y poderosas figuras sentadas, y la imagen ahora icónica de la Creación de Adán, Miguel Ángel estableció un ...En la pintura, si miramos el techo de la Capilla Sixtina en Roma, con sus elegantes desnudos y poderosas figuras sentadas, y la imagen ahora icónica de la Creación de Adán, Miguel Ángel estableció un nuevo estándar para pintar la figura humana, una en la que el cuerpo no era solo un actor en una narrativa, sino emocional y espiritualmente expresivo por sí mismo.