Incluso el gusto de Hitler no era el último indicador del arte “ario”: mientras planeaba las grandes obras de arte que tomaría de los museos conquistados de Europa para su nunca realizado Führer-Museu...Incluso el gusto de Hitler no era el último indicador del arte “ario”: mientras planeaba las grandes obras de arte que tomaría de los museos conquistados de Europa para su nunca realizado Führer-Museum, su recién nombrado director del museo lo convenció de que su gusto no estaba a la altura del estándar para el museo de clase mundial él previó.