A menudo ocurre que un número se asocia naturalmente con el resultado de un experimento aleatorio: el número de niños en una familia de tres hijos, el número de bombillas defectuosas en un caso de 100...A menudo ocurre que un número se asocia naturalmente con el resultado de un experimento aleatorio: el número de niños en una familia de tres hijos, el número de bombillas defectuosas en un caso de 100 bombillas, el tiempo hasta que el siguiente cliente llegue a la ventanilla del drive-through en un banco. Tal número varía de un ensayo a otro del experimento correspondiente, y lo hace de una manera que no se puede predecir con certeza; de ahí que se le llame una variable aleatoria.