7.2: ¿Qué es la Identidad Nacional?

Objetivos de aprendizaje

Al final de esta sección, podrás:

• Definir identidad nacional y términos relacionados incluyendo nacionalismo y ciudadanía
• Describir en qué se diferencia la ciudadanía de la identidad nacional y la identidad política
• Describir cómo la Identidad Nacional y el Nacionalismo impactan las reglas sobre ciudadanía
• Explicar cómo el nacionalismo alimenta los movimientos separatistas
• Explicar cómo la Identidad Nacional es importante en el estudio de la política comparada

Introducción

¿Es la “identidad política” lo mismo que la “identidad nacional”?

Estos dos conceptos no son los mismos, sino que están interrelacionados. La identidad política es como nos vemos en un sentido político: nuestros intereses políticos, afiliaciones y prioridades. La identidad nacional es como nos vemos como miembros de una nación de personas. Esto puede ir desde una identidad étnica relativamente estrecha hasta una identidad cívica más amplia que engloba a muchos grupos étnicos y religiosos. En Canadá, por ejemplo, existe el concepto de un 'mosaico cultural' de muchos tipos diferentes de personas, entre ellos inmigrantes, que conforman la nación de Canadá. Esta es una definición amplia e inclusiva. En el otro extremo del espectro, se considera que algunas naciones del sur de Asia practican una forma excluyente de identidad nacional. (Chakraborty, 2014).

Nuestra identidad nacional no es nuestra única identidad y es común que todos tengamos múltiples identidades. Un estadounidense puede tener una identidad racial y/o étnica, como el afroamericano en EU o identificación con un grupo indígena en México, como el náhuatl. También hay identidades de género, que con el tiempo han pasado de un entendimiento binario a un enfoque más matizado. También se incluyen la edad, la orientación sexual y la ocupación. Las identidades están en constante evolución y la formación de la identidad tiene lugar incluso ahora. En la pandemia, vimos la formación de identidades que giraban en torno al estado de vacunación de uno, con la gente orgullosa de decir que o bien fueron vacunados o optaron por no vacunar. Que estas nuevas identidades permanezcan o no depende de cómo termine la pandemia. Lo más probable es que no lo harán.

Los investigadores suelen estudiar el impacto de estas identidades en la política por separado, con diversos subcampos de la ciencia política reflejando este desarrollo. Los ejemplos incluyen Género y Política, o Raza, Etnicidad y Política, o Religión y Política. Los politólogos están interesados en comprender las experiencias de estos grupos, que tradicionalmente se han quedado fuera del discurso dominante de la ciencia política. Con el tiempo, la disciplina ha llegado a comprender que las identidades pueden interactuar entre sí de formas que afectan a la política de manera diferente. Esto se conoce como interseccionalidad, donde la interconexión de diversas identidades y categorías puede conducir a la marginación o al privilegio de personas y/o grupos particulares.

Más sobre “Identidad Nacional”

Sin embargo, aunque todas las identidades enumeradas anteriormente son importantes para la política y pueden ayudar a predecir el comportamiento político, los científicos políticos comparados están bastante interesados en cómo la identidad nacional afecta a la política. La identidad nacional, al igual que otros aspectos de la identidad, crea un sentimiento de pertenencia. Los símbolos se utilizan comúnmente para reflejar los valores y prioridades de la identidad de una nación. Piensa en el significado de los colores y diseño de una bandera nacional, o la elección de un ave nacional, y las palabras de un himno nacional. Las personas se identifican con esos símbolos, colores y palabras. Pueden inspirar y unir a las personas. Cuando se forman nuevos estados-nación y después de perder una guerra es común que los países elijan nuevos símbolos. No obstante, no siempre es así, al menos no del todo. Por ejemplo, varios estados del sur de Estados Unidos todavía tienen imágenes que recuerdan a la bandera de la Batalla Confederada. Alemania, por otro lado, cambió su bandera lejos de la bandera nazi [de nuevo a una utilizada anteriormente] después de la Segunda Guerra Mundial. En Estados Unidos se adoptó y popularizó el Juramento de Lealtades después de la Guerra Civil como medio para unir al país “una nación indivisible” con referencias a la “bandera”.

La identidad nacional impacta claramente la política contemporánea. Se ha convertido en un aspecto clave de la identidad central de uno y el sentido de apego que uno tiene por su nación o país puede ayudarnos a comprender mejor ciertos comportamientos. Un buen ejemplo incluye los atentados terroristas del 11 de septiembre. Ese día, estadounidenses de todas partes del país sintieron algo terrible. A pesar de que una persona pudo haber vivido a 3,000 millas de distancia en California, y no experimentó físicamente el trauma de este evento, la conmoción, el pavor y luego la ira que sintió esa persona seguía siendo palpable. Lógicamente, se puede decir por qué deberían importarse los acontecimientos que no me sucedieron personalmente. No obstante, así es lo poderosa que puede ser la identidad nacional, donde podamos interiorizar lo que otros han experimentado y hacer que nos afecten en nuestro comportamiento político. La identidad nacional implica un “principio de identidad basado en vínculos impersonales, vínculos remotos, vínculos vicarios”, que son arbitrados a través de símbolos y formas comunes de comunicación (Hass, 1986).

¿Qué es el nacionalismo?

El nacionalismo se define como una ideología donde la devoción y lealtad al propio estado resulta más importante que otros intereses. Es el desarrollo natural de tener una identidad nacional. Cuanto más fuerte es la identidad nacional, más fuerte es el sentido del nacionalismo. Hass (1986) dice que el nacionalismo es “la convergencia de la lealtad territorial y política independientemente de focos rivales de afiliación”. Con esto Hass significa que una identidad nacional puede importar más que las otras identidades de uno.

Otro análisis proviene de Hechter que distingue entre 'nación' y 'nacionalismo'. Hechter (2001) define a una nación como “grupos altamente solitarios, concentrados territorialmente, culturalmente distintivos”. Define el nacionalismo como “acción colectiva diseñada para hacer congruentes los límites de la nación con los de su unidad de gobierno”. En otras palabras, cuando una nación de personas tiene un fuerte sentido del nacionalismo, trabajan para asegurar que los límites del estado [unidad de gobierno] coincidan con los límites geográficos de la nación. Hechter identifica cinco tipos de nacionalismo: nacionalismo de construcción de Estado, nacionalismo periférico, nacionalismo irredentista, nacionalismo de unificación y patriotismo.

Si bien existen diferentes teorías y puntos de vista sobre el nacionalismo, una cosa está clara: el nacionalismo puede significar cosas diferentes. El nacionalismo liberal, por ejemplo, es la idea de que cada grupo de personas con una identidad nacional clara debe tener su propio estado; su propio país para llamar suyo. Este tipo de nacionalismo puede conducir a movimientos independentistas [o incluso desarrollarse durante y después de movimientos independentistas motivados por otros factores]. Sin embargo, el nacionalismo también puede implicar un sentido de superioridad o excepcionalismo. Esto se conoce como nacionalismo excluyente y puede conducir a la violencia. O'Neil y Fields (2020) señalan que el nacionalismo puede ser un poderoso sustituto de la democracia. Por ser jerárquico e inclusivo, los estados autoritarios pueden armar el nacionalismo.

El nacionalismo, como se mencionó anteriormente, puede ser una fuerza para la creación de un Estado nuevo e independiente. Ejemplos de nacionalismo siendo la inspiración para los movimientos separatistas se pueden ver en todo el mundo. Los movimientos separatistas se definen como intentos de miembros de un grupo de personas que buscan establecer su propio gobierno, separado del país en el que residen. En Canadá, ha habido llamados a la secesión por parte de Quebec, también considerado como el “Canadá francés”. Los partidarios de este esfuerzo están representados por un partido político llamado Bloc Quebecois. Según el New York Times, alrededor del 30% de los ciudadanos de Quebec apoyan la secesión. Mucho más, sin embargo, están enfocados en mantener los valores, el idioma y la identidad del Canadá francés.

Otro ejemplo de un movimiento separatista alimentado por el nacionalismo es Cataluña, una zona adinerada de España que tiene una historia de autonomía especial. La violencia y las penas de prisión para los políticos separatistas han revitalizado el debate. Similar a Quebec

Cataluña tiene su propio idioma y tradiciones distintivas, y una población casi tan grande como la suiza (7.5 millones). Es una de las regiones más ricas de España, constituyendo el 16% de la población nacional y representando casi el 19% del PIB español. (BBC)

Si bien los movimientos separatistas pueden ser fuerzas centralizadoras (fuerzas que unen a las personas), también pueden estar descentralizando y dañando. Según la Economist Intelligence Unit, según lo citado por la BBC, “España corría el riesgo de ser degradada de una 'democracia total' a una 'defectuosa' por su manejo de la situación”. En este caso, no fue el propio movimiento separatista tanto como la reacción del gobierno español ante él.

¿Es el nacionalismo lo mismo que el patriotismo?

El patriotismo se describe mejor como orgullo en el propio estado. A menudo cuando se piensa en patriotismo, los pensamientos se vuelven hacia banderas, marchas, himnos nacionales y otro tipo de exhibiciones. Sin embargo, estas exhibiciones podrían entenderse mejor como expresiones del nacionalismo. En un país como Estados Unidos, los estadounidenses tienden a no separarse entre su nación y su estado. De hecho, a menudo nos referimos a países como Estados Unidos como estado-nación. Un estado-nación es un estado donde todas o la mayoría de las personas en ese estado pertenecen a una sola nación. Otros ejemplos de estados-nación son los países centroeuropeos de Polonia y Hungría. Un estado multinacional será donde un estado contenga múltiples naciones. Ejemplos de estados multinacionales incluyen Rusia e India.

Dadas estas definiciones, ¿se puede enorgullecerse de su nación, pero no de su estado? La respuesta es sí. Cataluña, comentada anteriormente, es un gran ejemplo. Los catalanes tienen orgullo por su nación, pero generalmente no en su estado, que es España. Ser ciudadano de un país no convierte automáticamente a esa persona en patriótica. Las minorías étnicas, raciales y/o religiosas que han sido oprimidas o que no se han incorporado al sistema político de un país a menudo lucharán con expresiones exteriores de patriotismo. A menudo, desarrollarán su propio sentido del nacionalismo. Países como España tienen varias naciones. Esto incluye la mencionada Cataluña, pero también Galicia y el País Vasco.

Una forma de nacionalismo descrita por Hechter es el nacionalismo irredentista. El irredentismo es cuando un estado quiere que se reincorpore un territorio que antes le pertenecía. Esto es interesante a la luz de los acontecimientos recientes en Ucrania. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ve a Ucrania no como un estado soberano, sino como una pieza de la ex Unión Soviética que debería ser devuelta al redil.

¿Qué es la Ciudadanía?

La ciudadanía es diferente de la identidad nacional o política porque implica una condición jurídica más que un sentimiento de pertenencia. Una persona puede sentir un sentido de pertenencia a una nación sin ser ciudadano de ese país. Aproximadamente treinta países otorgan la ciudadanía al nacer (Serhan y Friedman, 2018). Casi todos los países tienen un proceso mediante el cual una persona puede llegar a ser ciudadana aunque no nazca ciudadana. Poder —además de elegir— convertirse en ciudadano está influenciado no solo por las leyes y procedimientos dentro de un país, sino también por el 'capital humano' y 'capital social' de los inmigrantes (Huddleston, 2020). Es decir, no todos los inmigrantes tienen la misma capacidad o interés en convertirse en ciudadanos naturalizados. Esto es cierto en diferentes grupos de inmigrantes y diferentes países de destino. La ciudadanía suele traer ciertos derechos y privilegios legales como votar y ocupar cargos electos, así como el derecho a que se le expida un pasaporte.

Algunos países hacen que sea bastante difícil llegar a ser ciudadano o residente legal. El proceso en Estados Unidos, por ejemplo, es bastante largo con requisitos muy específicos, al menos para la mayoría de las personas. Estados Unidos proporciona una vía alternativa para quienes tienen dinero, conocida como la EB-5 o 'visa de inversionista”. Suiza también hace que sea difícil con un requisito de residencia de 10 años para ser elegible para solicitar la ciudadanía. En el otro extremo del espectro, la República Dominicana permite la residencia legal permanente si puedes demostrar un ingreso mensual de $2,000 (o apenas $1,500 si estás jubilado). Sin embargo, convertirse en ciudadano de la República Dominicana es muy caro. Irlanda también lo hace bastante fácil, especialmente si puedes mostrar ascendencia irlandesa.

¿Cómo se relaciona el patriotismo con la ciudadanía?

La ciudadanía está estrechamente ligada al patriotismo, que se describe anteriormente. Esto se debe a que a pesar de que ser ciudadano confiere ciertos derechos y privilegios, también implica deberes especiales. Por ejemplo, muchos países cuentan con un programa de inscripción que requiere que hombres jóvenes, y en algunos casos mujeres jóvenes, se alisten obligatoriamente en sus ejércitos a través de un borrador que se conoce como reclutamiento. Este no es el caso en la mayoría de los países occidentales, como Estados Unidos o en la mayoría de los países de la Unión Europea. Pero este es el caso en países como Israel, Turquía y Rusia. Hay más de 100 nacionalidades en la Federación Rusa. Independientemente de que sean etnias tártaras, los yupik de Siberia u otras minorías menores, todos los ciudadanos varones entre los 18 y los 27 años están obligados a cumplir 12 meses.

Curiosamente, no se necesita tener ciudadanía legal para tener sentido patriotismo. Cualquier persona puede ver el país en el que vive como su patria, y desarrollar un fuerte sentido de afecto. Hay bastantes ejemplos de personas que se han mudado a otro país, y o bien optaron por no hacerse ciudadanos o no se les dio la oportunidad de hacerlo, y aún así apoyaron firmemente al estado en el que residían. El patriotismo conlleva un sentido de obligación de cuidar el país de residencia. Si bien la ciudadanía está directamente correlacionada con el patriotismo, no es causal.