Si la sociología es el estudio sistemático del comportamiento humano en la sociedad, la sociología médica es el estudio sistemático de cómo los humanos manejan los problemas de salud y enfermedad, enfermedades y trastornos, y la salud tanto para los enfermos como para los sanos. Los sociólogos médicos estudian los componentes físicos, mentales y sociales de la salud y la enfermedad. Los principales temas para los sociólogos médicos incluyen la relación médico/paciente, la estructura y la socioeconomía de la salud, y cómo la cultura impacta las actitudes hacia la enfermedad y el bienestar.
La construcción social de la salud es un tema de investigación importante dentro de la sociología médica. A primera vista, el concepto de construcción social de la salud no parece tener sentido. Después de todo, si la enfermedad es un problema medible, fisiológico, entonces no puede haber cuestión de construir socialmente la enfermedad, ¿verdad? Bueno, no es tan sencillo. La idea de la construcción social de la salud enfatiza los aspectos socioculturales de la aproximación de la disciplina a fenómenos físicos, objetivamente definibles. Los sociólogos Conrad y Barker (2010) ofrecen un marco integral para comprender los principales hallazgos de los últimos cincuenta años de desarrollo en este concepto. Su resumen categoriza los hallazgos en el campo bajo tres subtítulos: el significado cultural de la enfermedad, la construcción social de la experiencia de la enfermedad y la construcción social del conocimiento médico.
El significado cultural de la enfermedad
Muchos sociólogos médicos sostienen que las enfermedades tienen un componente tanto biológico como experiencial, y que estos componentes existen independientemente unos de otros. Nuestra cultura, no nuestra biología, dicta qué enfermedades son estigmatizadas y cuáles no, cuáles son consideradas discapacidades y cuáles no, y cuáles son consideradas cuestionables (es decir, algunos profesionales médicos pueden encontrar cuestionable la existencia de esta dolencia) en oposición a definitiva (enfermedades que son reconocido incuestionablemente en la profesión médica) (Conrad y Barker 2010).
Por ejemplo, el sociólogo Erving Goffman (1963) describió cómo los estigmas sociales impiden que los individuos se integren plenamente en la sociedad. En esencia, Goffman (1963) sugiere que podríamos ver la enfermedad como un estigma que puede empujar a otros a ver a los enfermos de una manera indeseable. La estigmatización de la enfermedad suele tener el mayor efecto sobre el paciente y el tipo de atención que recibe. Muchos sostienen que nuestra sociedad e incluso nuestras instituciones de salud discriminan contra ciertas enfermedades, como los trastornos mentales, el SIDA, las enfermedades venéreas y los trastornos de la piel (Sartorius 2007). Las instalaciones para estas enfermedades pueden ser inferiores; pueden ser segregadas de otras áreas de salud o relegadas a un ambiente más pobre. El estigma puede impedir que las personas busquen ayuda para su enfermedad, empeorándola de lo necesario.
Las enfermedades impugnadas son aquellas que son cuestionadas o cuestionables por algunos profesionales médicos. Trastornos como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica pueden ser enfermedades verdaderas o solo en la cabeza de los pacientes, dependiendo de la opinión del profesional médico. Esta dinámica puede afectar cómo un paciente busca tratamiento y qué tipo de tratamiento recibe.
La construcción social de la experiencia de la enfermedad
La idea de la construcción social de la experiencia de la enfermedad se basa en el concepto de realidad como construcción social. Es decir, no hay una realidad objetiva; solo hay nuestras propias percepciones de la misma. La construcción social de la experiencia de la enfermedad aborda temas como la forma en que algunos pacientes controlan la manera en que revelan sus enfermedades y las adaptaciones de estilo de vida que desarrollan los pacientes para hacer frente a sus enfermedades.
En cuanto a la construcción de la experiencia de la enfermedad, la cultura y la personalidad individual juegan un papel significativo. Para algunas personas, una enfermedad a largo plazo puede tener el efecto de hacer que su mundo sea más pequeño, más definido por la enfermedad que cualquier otra cosa. Para otros, la enfermedad puede ser una oportunidad para el descubrimiento, para volver a imaginarse un nuevo yo (Conrad y Barker 2007). La cultura juega un papel muy importante en la forma en que un individuo experimenta la enfermedad. Enfermedades generalizadas como el SIDA o el cáncer de mama tienen marcadores culturales específicos que han cambiado a lo largo de los años y que rigen la forma en que los individuos y la sociedad las ven.
Hoy en día, muchas instituciones de bienestar reconocen el grado en que las percepciones individuales dan forma a la naturaleza de la salud y la enfermedad. En cuanto a la actividad física, por ejemplo, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) recomiendan que las personas utilicen un nivel estándar de esfuerzo para evaluar su actividad física. Esta Calificación de Esfuerzo Percibido (EPR) brinda una visión más completa del nivel de esfuerzo real de un individuo, ya que las mediciones de latido cardíaco o pulso pueden verse afectadas por medicamentos u otros problemas (Centros para el Control de Enfermedades 2011a). De manera similar, muchos profesionales médicos utilizan una escala comparable para el dolor percibido para ayudar a determinar las estrategias de manejo del dolor.
La escala de clasificación del dolor de Mosby ayuda a los proveedores de atención médica a evaluar el nivel de dolor de un individuo. ¿Qué podría observar un interaccionista simbólico sobre este método? (Foto cortesía de wrestlingentropy/flickr)
La construcción social del conocimiento médico
Conrad y Barker muestran cómo se construye socialmente el conocimiento médico; es decir, puede reflejar y reproducir desigualdades en género, clase, raza y etnia. Conrad y Barker (2011) utilizan el ejemplo de la construcción social de la salud de la mujer y cómo el conocimiento médico ha cambiado significativamente en el transcurso de algunas generaciones. Por ejemplo, a principios del siglo XIX se disuadió a las mujeres embarazadas de conducir o bailar por temor a dañar al feto, tanto como se desalienta, con razón más válida, de fumar o beber alcohol hoy en día.
¿LA CONCIENCIA DEL CÁNCER DE MAMA HA IDO DEMASIADO LEJOS?
Las cintas rosadas son un recordatorio omnipresente del cáncer de mama. Pero, ¿los chocolates de cinta rosa hacen algo para erradicar la enfermedad? (Foto cortesía de Wishuponacupcake/Wikimedia Commons)
Cada octubre, el mundo se vuelve rosado. Futbolistas y beisbolistas visten accesorios rosas. Los rascacielos y los grandes edificios públicos se iluminan con luces rosadas por la noche. Los compradores pueden elegir entre una gran variedad de productos rosados. En 2014, las personas que quieran apoyar la lucha contra el cáncer de mama podrían adquirir cualquiera de los siguientes productos rosados: mezcladores KitchenAid, candados y cadenas de bicicletas Master Lock, raquetas de tenis Wilson, autos Fiat y pistolas Smith & Wesson. Lo leíste correctamente. El objetivo de todos estos productos rosados es crear conciencia y dinero para el cáncer de mama. Sin embargo, el incesante escalofrío del rosa hace que mucha gente se pregunta si el gigante del marketing rosa ha ido demasiado lejos.
Pink se ha asociado con el cáncer de mama desde 1991, cuando la Fundación Susan G. Komen entregó cintas rosas en su evento Race for the Cure de 1991. Desde entonces, la cinta rosa ha aparecido en innumerables productos, y luego por extensión, el color rosa ha llegado a representar apoyo para una cura de la enfermedad. Nadie puede discutir sobre la misión de la Fundación Susan G. Komen —encontrar una cura para el cáncer de mama— o el hecho de que el grupo haya recaudado millones de dólares para investigación y atención. No obstante, algunas personas se preguntan si, o cuánto, todos estos productos realmente ayudan en la lucha contra el cáncer de mama (Begos 2011).
El grupo de defensa Breast Cancer Action (BCA) se posiciona como guardianes de otras agencias que luchan contra el cáncer de mama. No aceptan financiamiento de entidades, como las de la industria farmacéutica, con conexiones potenciales de ganancias con esta industria de la salud. Han desarrollado una campaña de marca registrada “Think Before You Pink” para provocar el cuestionamiento de los consumidores sobre las contribuciones finales hechas al cáncer de mama por las empresas que venden artículos rosados. No desaconsejan las compras “rosadas”; solo quieren que se informe a los consumidores sobre cuánto dinero implica, de dónde viene y hacia dónde irá. Por ejemplo, ¿qué porcentaje de cada compra va a causas de cáncer de mama? BCA no juzga cuánto es suficiente, pero informa a los clientes y luego los alienta a considerar si sienten que la cantidad es suficiente (Think Before You Pink 2012).
BCA también sugiere que los consumidores se aseguren de que el producto que están comprando en realidad no contribuya al cáncer de mama, fenómeno que llaman “lavado de rosas”. Este número llegó a los titulares nacionales en 2010, cuando la Fundación Susan G. Komen se asoció con Kentucky Fried Chicken (KFC) en una promoción llamada “Buckets for the Cure”. Por cada cubo de pollo asado o frito regular, KFC donaría cincuenta centavos a la Fundación Komen, con el objetivo de alcanzar los 8 millones de dólares: la mayor donación individual recibida por la fundación. Sin embargo, algunos críticos vieron la asociación como una alianza impía. El aumento de la grasa corporal y el consumo de alimentos grasos se ha relacionado con el aumento de los riesgos de cáncer, y los detractores, entre ellos BCA, llamaron a la Fundación Komen sobre esta aparente contradicción de metas. La respuesta de Komen fue que el programa hizo mucho para crear conciencia en comunidades de bajos ingresos, donde antes Komen tenía poco alcance (Hutchison 2010).
¿Qué opinas? ¿La recaudación de fondos y la conciencia son lo suficientemente importantes como para superar los temas de ¿Qué otros ejemplos de “lavado de rosas” se te ocurren?
Resumen
La sociología médica es el estudio sistemático de cómo los humanos manejan los problemas de salud y enfermedad, enfermedades y trastornos, y la atención sanitaria tanto para los enfermos como para los sanos. La construcción social de la salud explica cómo la sociedad forma y es conformada por las ideas médicas.
Sección Quiz
¿Quién determina qué enfermedades son estigmatizadas?
Terapistas
Los propios pacientes
Sociedad
Todo lo anterior
Contestar
C
El síndrome de fatiga crónica es un ejemplo de _______________.
una enfermedad estigmatizada
una enfermedad disputada
una discapacidad
desmedicalización
Contestar
B
La Calificación de Esfuerzo Percibido (EPR) es un ejemplo de ________________
la construcción social de la salud
medicalización
alojamientos por discapacidad
una enfermedad disputada
Contestar
A
Respuesta Corta
Escoja una enfermedad común y describa qué partes de ella están construidas médicamente y qué partes están construidas socialmente.
¿Cuáles son las enfermedades más estigmatizadas? ¿Cuáles son los menos? ¿Esto es diferente en diferentes culturas o clases sociales?
Investigaciones adicionales
Pase algún tiempo en los dos sitios web a continuación. ¿Cómo presentan diferentes puntos de vista sobre la controversia de vacunación? Freedom of Choice is Not Free: Vacunation News: openstaxcollege.org/l/vacunation_news y Shot by Shot: Historias de enfermedades prevenibles por vacunación: http://openstaxcollege.org/l/shot_by_shot
Referencias
Begos, Kevin. 2011. “Se cuestiona el lavado de rosas para la conciencia del cáncer de mama”. Recuperado 16 de diciembre de 2011 (www.huffingtonpost.com/2011/1... n_1005906.html).
Centros para el Control de Enfermedades. 2011a. “Esfuerzo Percibido (Calificación Borg de Escala de Esfuerzo Percibido)” Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Recuperado el 12 de diciembre de 2011 (http://www.cdc.gov/physicalactivity/... /exertion.html).
Conrad, Peter, y Kristin Barker. 2010. “La construcción social de la enfermedad: perspectivas clave e implicaciones políticas”. Revista de Salud y Comportamiento Social 51:67 —79.
Goffman, Erving. 1963. Estigma: Apuntes sobre el manejo de la identidad mimada. Londres: Pingüino.
Sartorius, Norman. 2007. “Enfermedad Estigmatizada y Atención a la Salud”. La Revista Médica Croata 48 (3) :396—397. Recuperado el 12 de diciembre de 2011 (www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2080544/).
“Vacunas e Inmunizaciones”. 2011. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Recuperado el 16 de diciembre de 2011 (http://www.cdc.gov/vaccines/default.htm).
Organización Mundial de la Salud. .n.d. “Definición de Salud”. Recuperado el 12 de diciembre de 2011 (www.who.int/about/2011/en/print.html).
enfermedades que son cuestionadas o consideradas cuestionables por algunos profesionales médicos
sociología médica
el estudio sistemático de cómo los humanos manejan los problemas de salud y enfermedad, enfermedades y trastornos, y la atención sanitaria tanto para los enfermos como para los sanos
estigmatización de la enfermedad
enfermedades que son discriminadas y cuyos enfermos son despreciados o incluso rechazados por la sociedad