Yuki Sasao
Es casi imposible encontrar tiempo lejos de fuentes de información como televisión, teléfono, anuncios, o incluso tus amigos y familiares en esta sociedad moderna. ¿Puedes ponerte en un lugar que no tenga ninguna información en absoluto, tú solo, solo tú mismo? Si no, deberías tratar: encontrar este espacio mental tranquilo te permitirá practicar escucharte a ti mismo. Es una manera maravillosa de averiguar quién eres realmente. Nuestra sociedad se ha vuelto tan ruidosa que es muy difícil escuchar tu propia voz y extremadamente fácil perderla.
Soy estudiante internacional de un pueblo muy pequeño de Japón, y soy el primero entre los miembros de mi familia en estudiar en el extranjero. Cuando le dije a la gente que decidí venir a Estados Unidos a estudiar, cada uno de ellos se conmocionó y me dio sus consejos. Algunos dijeron que los estadounidenses son muy mandones y tienden a menospreciar a la gente. Algunos dijeron que ahí no podría encontrar ningún trabajo.
No importa quién seas y en qué tipo de circunstancias te encuentres. Recibirás algunos comentarios y consejos sin importar lo que hagas.
¿Los consejos que la gente me dio fueron precisos? Lo siento, pero sobre todo, no. La gente que conocí en Estados Unidos fue agradable, y los consejos que recibí realmente dependían de si la persona menospreciaba o no a los demás. ¿Tengo dificultades para encontrar trabajo? No. Mi especialización en contabilidad me brinda más oportunidades de las que puedo aprovechar. Mirando hacia atrás en los comentarios de mis amigos y familiares, estoy muy agradecida de haber podido ver lo que realmente quería y seguir con mi decisión.
La razón por la que pude desconectarme esas voces negativas no fue porque sea afortunada o inteligente. Es porque me escuché a mí mismo, mi propia voz. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya escuchado a los demás. Consideré lo que me decía la gente y los entendí. Simplemente no estaba de acuerdo con ellos, que fue la parte más difícil. En el proceso de construir mis propias decisiones, muchos consejos realmente me ayudaron e hice algunos cambios basados en los consejos de otros combinados con mis propios pensamientos.
¿Por qué pude apegarme tan fuerte a mi decisión y vivir la vida que quería? Es porque hablé conmigo mismo y me hice millones de preguntas.
“¿Qué quiero en mi futuro?”
“¿Realmente lo necesito o simplemente lo quiero?”
“¿Estoy donde quería estar? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué?”
“¿A dónde voy?”
“¿Qué estoy haciendo?”
“¿Qué pasaría si hago esto?”
“¿Por qué lo estoy haciendo?”
Es difícil, frustrante y requiere mucho tiempo encontrar tu voz cruda en esta sociedad tan ruidosa, pero al hacerlo pasarás por la vida con el mínimo arrepentimiento y confianza en quién eres y en qué estás haciendo. Alejate de la enorme cantidad de información, habla con algunas personas, compréndalas (nunca las ignores) y luego habla contigo mismo. Esta es tu vida, y no puedes huir de ti mismo para siempre. Será mejor que aprendas a escucharte a ti mismo y ser capaz de seguir con tus propios pensamientos incluso después de aceptar lo que otros dicen.