Durante la primera etapa de Erikson (infancia), que tiene lugar durante la etapa sensoriomotora preverbal de Piaget, el estilo de apego del cuidador influirá en si el infante experimenta o no un ambiente social nutritivo y receptivo. Si el cuidador es consistente en satisfacer las necesidades básicas de alimentación, comodidad y alivio del dolor, el bebé aprende a confiar en ellos. Si es negligente, inconsistente o abusivo, el niño desconfiará y tal vez temerá al cuidador.
En la segunda etapa (primera infancia), comenzando hacia el final de la etapa sensoriomotora de Piaget y extendiéndose hasta el inicio de la etapa preoperatoria verbal, el niño pequeño está explorando y aprendiendo a controlar el ambiente por sí mismo. Un cuidador de pacientes espera hasta llegar a la zona de desarrollo proximal y aplica técnicas de andamios alentadoras y de apoyo durante el entrenamiento en el baño y otras experiencias de aprendizaje. Tal padre es probable que asegure el éxito del niño, resultando en el sentimiento de independencia y autonomía. Si el niño es apresurado, regañado o castigado por fracasos, puede sentirse avergonzado y dudar de sus capacidades.
En la tercera etapa (preescolar), ocurrida en mitad de la etapa preoperatoria de Piaget, el niño debe aprender a vestirse y arreglarse de manera consistente con las normas y estándares sociales. Si se alienta al niño a explorar opciones, satisfacer su curiosidad y expresar sus propias preferencias e intereses, es probable que desarrolle iniciativa. Si se desalienta, el niño puede volverse pasivo y dudoso de sus propias capacidades y experimentar culpa con respecto a sus elecciones.
La larga cuarta etapa (edad escolar) de Erikson comienza hacia el final de la etapa preoperativa de Piaget y se extiende a través de operaciones concretas hasta el comienzo de la etapa final de operaciones formales. Si en el hogar y en la escuela, el niño es desafiado adecuadamente y tiene éxito en tareas progresivamente más difíciles, se vuelve competente, confiado y trabajador.
El niño debe experimentar y aprender a sobrellevar la frustración y el fracaso inevitable. Es durante esta etapa que el niño se preocupa por su propio desempeño en compar- ción con otros dentro y fuera de la escuela. Los sentimientos de inferioridad pueden ser el resultado de insuficiencias percibidas y comparaciones sociales negativas.
REFERENCIAS
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