9: Trastornos de la personalidad

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Cada uno de nosotros tiene una personalidad propia que describe quiénes somos generalmente. Así es a menudo como organizamos nuestro sentido de nosotros mismos y nuestras impresiones de las personas que nos rodean. Los trastornos de la personalidad, sin embargo, describen una forma de psicopatología marcada por dificultades extremas y rígidas de la personalidad que pueden causar deterioro (en múltiples dominios) para el individuo. Además, pueden causar multitud de dificultades interpersonales para quienes los rodean. En este capítulo revisamos una de las teorías más populares de la personalidad —el Modelo de Cinco Factores— y discutimos las diferencias entre la personalidad y los trastornos de la personalidad.

El DSM-5 organiza los trastornos de personalidad en tres grupos, en función de sus características comunes. Los trastornos de la personalidad del grupo A involucran pensamientos o comportamientos extraños y excéntricos, e incluyen paranoide, esquizoide, y trastorno esquizotípico de la personalidad. Los trastornos de personalidad del grupo B involucran pensamientos o comportamientos dramáticos, demasiado emocionales o impredecibles, e incluyen trastorno de personalidad antisocial, límite, histriónico y narcisista. Los trastornos de personalidad del grupo C están marcados por pensamientos o comportamientos ansiosos, temerosos e incluyen trastorno de personalidad evitativo, dependiente y obsesivo-compulsivo.

Los trastornos de la personalidad son, desafortunadamente, algunos de los trastornos más desafiantes de tratar. Esto se debe a que están muy arraigados, crónicos y generalizados para las personas que los experimentan. Muy pocas personas con trastornos de personalidad se presentan para recibir tratamiento, y si lo hacen suele ser porque experimentan discapacidad social/laboral o porque alguien más las ha empujado a irse. La excepción es el trastorno límite de la personalidad, que resulta bastante angustiante para quienes lo experimentan. El desarrollo de nuestro tratamiento para los trastornos de personalidad va por detrás del de otros trastornos, aunque existe un tratamiento empíricamente apoyado para el trastorno límite de la personalidad: la Terapia Conductual Dialéctica.