Este capítulo es una miscelánea de temas diversos y no relacionados, a saber, la tensión superficial, el módulo de cizallamiento y la viscosidad, discutidos únicamente con el propósito de presentar algunos ejemplos más de problemas elementales en mecánica. No se pretende de ninguna manera sustituir un curso integral en ninguno de los vastos e interesantes campos de la química superficial, la elasticidad o la hidrodinámica. Todas estas materias cuentan con una literatura enorme y especializada, cada una digna de un curso completo, y no soy ni remotamente competente para ofrecer una. Sin embargo, los pocos problemas simples elegidos en este capítulo son adecuados para un poco más de práctica en mecánica clásica.
Una molécula profunda dentro del líquido está rodeada en todas direcciones por otras moléculas, por lo que la fuerza neta sobre ella promedia cero. Una molécula en la superficie experimenta fuerzas desde debajo de la superficie y, en consecuencia, tiende a ser arrastrada por debajo de la superficie. Esto da como resultado la menor cantidad posible de moléculas que permanecen en la superficie; es decir, da como resultado que la superficie se contraiga a un área lo más pequeña posible consistente con cualquier otra restricción geométrica que pueda existir.
El material sufrirá una deformación angular, y la relación de la fuerza tangencial por unidad de área a la deformación angular resultante se denomina módulo de cizallamiento o módulo de rigidez.
Como consecuencia del gradiente de velocidad transversal, el líquido por debajo de la línea discontinua será arrastrado hacia adelante por la fuerza tangencial del líquido más rápido por encima de él, y el líquido por encima de la línea discontinua será arrastrado hacia atrás por la fuerza tangencial del líquido más lento debajo de ella. La relación de la fuerza tangencial por unidad de área al gradiente de velocidad transversal se denomina coeficiente de viscosidad dinámica, para lo cual el símbolo habitual es η.