Todo emprendedor tiene, en el fondo de su mente, una imagen mental del cliente prototípico. La cuestión es si esta imagen se basa en la realidad. ¿Existe este cliente ideal? ¿Y si lo hace, pero result...Todo emprendedor tiene, en el fondo de su mente, una imagen mental del cliente prototípico. La cuestión es si esta imagen se basa en la realidad. ¿Existe este cliente ideal? ¿Y si lo hace, pero resulta que no quiere comprar tu producto? A medida que aprenda más sobre su mercado, es posible que deba ser flexible y estar dispuesto a cambiar su imagen tanto del cliente como del producto en sí.