Dicho de otra manera, si a un niño de dos años se le enseña a cuidar y devolver los juguetes prestados aunque esto vaya en contra de cada instinto que tenga, puede que siga perfeccionando su comportam...Dicho de otra manera, si a un niño de dos años se le enseña a cuidar y devolver los juguetes prestados aunque esto vaya en contra de cada instinto que tenga, puede que siga perfeccionando su comportamiento ético para que a los cuarenta años, se pueda contar con ellos para salvaguardar las decenas de millones de dólares que los inversionistas han confiado a su cuidado en las corredurías.