Aunque a menudo se burlan en la prensa y las películas, los derivados no son inherentemente ni buenos ni malos, son meramente herramientas utilizadas para limitar pérdidas (cobertura) o para multiplic...Aunque a menudo se burlan en la prensa y las películas, los derivados no son inherentemente ni buenos ni malos, son meramente herramientas utilizadas para limitar pérdidas (cobertura) o para multiplicar ganancias y pérdidas (especular). En definitiva, los precios de los derivados son una función de la oferta y la demanda, ambos sujetos a modelos de valoración demasiado complejos matemáticamente para abordarlos aquí.