Lo digo en serio: asegúrate de que a lo largo de tu pieza, de vez en cuando lances una palabra o frase que te haga pensar: “¡Apuesto a que nunca vieron venir a esa!” (En esta pieza que estás leyendo a...Lo digo en serio: asegúrate de que a lo largo de tu pieza, de vez en cuando lances una palabra o frase que te haga pensar: “¡Apuesto a que nunca vieron venir a esa!” (En esta pieza que estás leyendo ahora, uno de mis intentos de eso es mi primer encabezado, “El terror de la voz”. Cuento con que los lectores piensen: “Espera, ¿el terror de la voz? ... ¡Estoy confundido! ¡Será mejor que lea para averiguar lo que quiere decir!”)