Pero para mostrarte lo poco que merezco que me llamen mujer profesional, lo poco que conozco de las luchas y dificultades de esas vidas, tengo que admitir que en lugar de gastar esa suma en pan y mant...Pero para mostrarte lo poco que merezco que me llamen mujer profesional, lo poco que conozco de las luchas y dificultades de esas vidas, tengo que admitir que en lugar de gastar esa suma en pan y mantequilla, renta, zapatos y medias, o facturas de carnicero, salí y compré un gato —un gato hermoso, un Gato persa, que muy pronto me involucró en amargas disputas con mis vecinos.