Este es el caso incluso de un gran escritor como Swift, que puede desollar a un obispo o a un político tan pulcramente, pero que, cuando trata de crear un superhombre, simplemente deja a uno con la im...Este es el caso incluso de un gran escritor como Swift, que puede desollar a un obispo o a un político tan pulcramente, pero que, cuando trata de crear un superhombre, simplemente deja a uno con la impresión —la última que pudo haber pretendido— de que los apestosos Yahoos tenían en ellos más posibilidades de desarrollo que los iluminados Houyhnhnms.