Dada cualquier cantidad descrita por una función, a menudo nos interesan los valores más grandes y/o menores que alcanza la cantidad. Por ejemplo, si una función describe la velocidad de un objeto, pa...Dada cualquier cantidad descrita por una función, a menudo nos interesan los valores más grandes y/o menores que alcanza la cantidad. Por ejemplo, si una función describe la velocidad de un objeto, parece razonable querer saber lo más rápido/más lento que viajó el objeto. Si una función describe el valor de una acción, es posible que queramos saber cómo los valores más altos/más bajos alcanzaron las acciones en el último año. A tales valores los llamamos valores extremos.