La investigación sobre los efectos de sonreír lo ha respaldado y ha demostrado que una persona sonriente es juzgada como más agradable, atractiva, sincera, sociable y competente que una persona que no...La investigación sobre los efectos de sonreír lo ha respaldado y ha demostrado que una persona sonriente es juzgada como más agradable, atractiva, sincera, sociable y competente que una persona que no sonríe. Hay evidencias de que sonreír puede atenuar juicios de posibles faltas. Este fenómeno denominado “efecto de sonrisa-indulgencia” fue el foco de un estudio de Marianne LaFrance & Marvin Hecht en 1995.