4.1: Introducción
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La técnica más usada en el laboratorio de microbiología es probablemente la transferencia de microorganismos de un ambiente a otro con el propósito de cultivarlos. Una vez que el medio de cultivo está debidamente preparado se procede a inocular la muestra deseada.
Si se desea aislar o separar los diferentes tipos microbianos que se encuentran en una muestra (agua, materias primas, alimentos, etc.) se pueden utilizar distintas técnicas de siembra. Sembrar o inocular es introducir artificialmente una porción de la muestra (inóculo) en un medio de cultivo adecuado con el fin de iniciar un cultivo microbiano; y se realizan diferentes metodologías de acuerdo al fin que se persiga. Luego de sembrado, el medio de cultivo se incuba a una temperatura adecuada para el crecimiento.
Dependiendo del estado físico del medio de cultivo (líquido, sólido o semisólido) la siembra se puede realizar con: ansa en anillo, ansa en punta, varilla de vidrio (espátula de Drigalsky), hisopo o pipeta estéril.
El ansa de siembra consta de un filamento de platino, que puede ser recto o en anillo. Para facilitar el manejo, este filamento está sujeto a un mango aislante.

Antes de poner en contacto el ansa de siembra con los microorganismos. Esta debe ser esterilizada para evitar contaminaciones; para ello se la incinera a la llama del mechero Bunsen, hasta que todo el filamento esté incandescente. Se deja enfriar el ansa cerca de la llama y luego, se la introduce en el recipiente (tubo, placa, frasco Erlenmeyer, etc.) que contenga el cultivo microbiano o la muestra que se quiere trasladar.
Para ello, se sigue el siguiente esquema