10.13: Diplomacia coercitiva
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Generalmente, la diplomacia con amenazas funciona mucho mejor que las amenazas o la diplomacia por sí sola. Como dijimos anteriormente, esto funciona mejor si la amenaza de intervención militar es creíble y se comunica con claridad. En el siglo XIX, la amenaza se vio respaldada por la aparición de grandes buques de guerra frente a las costas de la ciudad capital (diplomacia cañonera). Hoy las armas pueden diferir, pero la amenaza es la misma.
Existen varios factores que pueden ayudar a lograr el cumplimiento:
-La seriedad y las demandas del Estado coaccionante deben ser claras, y preferiblemente hechas antes de que el Estado objetivo tome medidas.
-La amenaza militar debe ser creíble.
-Debe haber apoyo nacional e internacional.
-Debe haber un entendimiento claro sobre los términos de liquidación.
El poder coaccionante debe reconocer que la diplomacia coercitiva suele conducir a conflictos militares. Si lo hace, la intervención debe hacerse con la fuerza suficiente para ser rápida y decisiva. (La Doctrina Powell.)