¿Qué es un hecho social?
Antes de llegar al método, necesitamos saber qué hechos son “sociales”. Esta es una pregunta importante, porque necesitamos saber qué es lo único del tema de la sociología. Todos bebemos, dormimos, comemos y pensamos, y tal vez a la sociedad le interese asegurarse de que hacemos estas cosas de manera regular. Pero, ¿son realmente hechos sociales? ¿O son simplemente cosas que hacen los individuos? ¿En qué se diferencia la sociología de, digamos, la biología y la psicología, a las que también les interesan estas cosas?
En realidad, hay en cada sociedad un cierto grupo de cosas que son diferentes de lo que estudian las ciencias naturales.
Cuando cumplo con mi deber como hermano, como esposa, o como ciudadano, cuando cumplo con mis obligaciones, pago mis deudas, tomo las acciones que se esperan de mí por ley y costumbre, estoy actuando de maneras ajenas a mi propia creación. Quizá quiera cuidar a mis hijos, pero esto no depende de mí. Tengo deberes específicos que de ninguna manera creé por mí mismo. En cierto modo, los heredé, por ser miembro de la sociedad. Se podría decir que me socializaron en ellos.
El sistema de signos y palabras que utilizo para comunicar mis pensamientos a los demás, la forma de moneda que uso para pagar mis deudas, la tarjeta de crédito o cheque bancario que uso, las prácticas que sigo en mi profesión elegida —todas estas cosas y muchas más funcionan independientemente de mi uso de ellas.
Aquí tenemos las acciones, los pensamientos y las creencias que existen de manera única fuera de la propia conciencia de cada individuo, y así proporcionan un tema digno para el estudio de la sociología. Este tipo de conductas no sólo están fuera de los pensamientos de la persona individual, sino que tienen cierto poder coercitivo. Si trato de resistirlo, me doy cuenta de esto con bastante rapidez.
Aquí, pues, hay un orden de hechos que presentan un carácter especial: Consisten en formas de actuar, pensar y sentir que son externas a la persona individual, y dotadas de un poder de coerción.
Estos hechos sociales son el tema propio de los sociólogos.
Para confirmarlos, echemos un vistazo a la forma en que criamos a nuestros hijos. Es bastante obvio que toda la educación ha consistido en un esfuerzo continuo para imponer al niño modales de ver, sentir y actuar que de otro modo no habrían adquirido. Desde las primeras horas de su nacimiento, la obligamos a comer, beber y dormir a horas regulares, y la entrenamos para que esté ordenada, tranquila y obediente. Posteriormente, la socializamos para que sea considerada con los demás, le enseñemos a respetar nuestras costumbres y prepararla para el trabajo. Así pues, el objetivo de la educación consiste en socializar a cada miembro de la sociedad para que sean miembros propios de esa sociedad.
Entonces, no debemos definir un hecho social como algo que es universal —mientras todos comen y beben esas cosas aún no son hechos sociales. Lo que hace de algo un hecho social es el aspecto colectivo de las creencias, tendencias y prácticas de un grupo.
Los hábitos colectivos no existen sólo en las acciones de los individuos, sino que se expresan una y otra vez en una forma transmitida por el boca a boca de persona a persona, por educación, o por la palabra escrita. Tal es el origen y la naturaleza de las leyes, de la moral, de los aforismos y de los dichos populares... ¡todos estos siguen siendo hechos sociales y ciertos incluso cuando alguien no los está siguiendo!
Los hechos sociales son algo más que las acciones de los individuos.
Tomemos los ejemplos de matrimonio o suicidio. Estas son cosas que hacen los individuos y pueden parecer de naturaleza bastante privada. Pero también sabemos que ciertos grupos se casan a diferentes ritmos, y que la tasa de suicidios es mayor en un momento de la historia que en otro, y que también varía según la edad de la persona. Las medidas estadísticas nos permiten aislar el aspecto colectivo del caso individual, comparando tasas entre grupos y tiempos. Si miramos los promedios, obtenemos cierto estado del alma colectiva.
La sociología es el estudio de los hechos sociales. Un hecho social puede reconocerse por el poder coercitivo que ejerce (o es capaz de ejercer) sobre los individuos. Podemos reconocer este poder coercitivo por la existencia de sanciones, ¿qué sucede cuando alguien no sigue la regla, la práctica o la costumbre? Tenga en cuenta que esto incluye formas enteras de ser, no solo formas de actuar. Todo lo que hacemos y somos que no está determinado biológicamente puede considerarse un hecho social.
Un hecho social es toda forma de ser y actuar, fija o no, capaz de ejercer una restricción externa sobre el individuo; es decir, es lo que es general en toda la sociedad, independiente de las manifestaciones individuales.