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2.11: EXTRA- Revisión de Suicidio por Havelock Ellis

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    NOTA SOBRE FUENTE: Esto está tomado de una revisión contemporánea de Suicide , por el conocido y polémico estudioso de estudios de sexualidad, Havelock Ellis. Fue publicado en la revista Mind (volumen 7, número 26) en abril de 1898.

    Introducción — Por qué esto es importante y qué buscar

    Vale la pena leer la reseña de Ellis porque demuestra cómo el análisis sociológico de Durkheim fue recibido críticamente por sus contemporáneos. Analizar el suicidio como un hecho social fue una propuesta bastante novedosa, y Ellis no está totalmente convencida de su valor, como deja claro esta revisión.

    REVISAR

    Hay espacio para un nuevo estudio sobre el suicidio. El libro de Morselli, que aún debe considerarse como el manual más completo y en general el más científico sobre el tema, tiene ahora casi veinte años, y no sólo está desactualizado sino desfigurado por muchas generalizaciones apresuradas, que escritores más recientes han demostrado ser infundadas. Apenas se puede decir, sin embargo, que el profesor Durkheim haya sustituido al manual de Morselli. Si bien, con la asistencia del ministro de Justicia francés y antiguos alumnos propios, ha preparado nuevos mapas y resumido los datos inéditos de 26 mil suicidios, el profesor de Burdeos se ha contentado en su mayor parte con argumentar sobre datos antiguos, y no ha actualizado sus estadísticas, incluso cuando el publicaciones oficiales de diversos países le habrían permitido hacerlo fácilmente. Además, apenas se puede decir que el autor tome especial interés en su tema salvo en la medida en que exprese tendencias en el organismo social, y en consecuencia diversos aspectos del suicidio se pasan por alto a la ligera o totalmente ignorados.

    Es bastante claro, sin embargo, que el propio profesor Durkheim no desearía que su libro fuera considerado como un manual completo del tema. Al llamarlo “un estudio sociológico” admite el sesgo que lo afecta en todo momento. El libro es, en efecto, no tanto un estudio del suicidio como un estudio del método sociológico y, más especialmente, una ilustración de la filosofía de la sociedad del autor.

    En el Prefacio se expone francamente este objeto especial del libro, y puede ser recapitulado brevemente para quienes no conocen las obras anteriores del autor. La sociología, afirma, debe hacerse algo más que una mera forma de filosofía literaria; debe interrogar a los estudios auxiliares de historia, etnografía y estadística; debe conocer las leyes. El valor especial del estudio del suicidio es que nos permite conocer fácilmente tales leyes, y así demostrar mejor que por mero argumento la posibilidad de la sociología. Nos permite, piensa, establecer un cierto número de proposiciones sobre el matrimonio, la viudez, la familia, la religión, etc., que enseñan lo que las teorías ordinarias de los moralistas son incapaces de enseñar; incluso nos da algunas indicaciones sobre “las causas del malestar general de que los europeos las sociedades están sufriendo en la actualidad, y en relación con los recursos que puedan mitigarlas.” Además, no sólo es el valor de la sociología en general, sino más especialmente el valor de la sociología del profesor Durkheim, lo que pretende afirmar este estudio. Y para el profesor Durkheim la sociedad es estrictamente un organismo; “el individuo está dominado por una realidad moral que va más allá de él: la realidad colectiva”. Así, considera que la sociología trata “realidades tan definidas y tan resistentes como las que trata el psicólogo o el biólogo”. Como lo afirma en otra parte (p. 350), “los individuos al unirse forman un ser psíquico de una nueva especie, y que en consecuencia posee su propia manera de pensar y sentir”. Esa afirmación es la esencia de la doctrina sociológica del profesor Durkheim.

    El volumen consiste en una introducción, en la que se define el suicidio y se explica su relación con la sociología, y de tres libros. El libro I trata críticamente los supuestos factores extra-sociales del suicidio, es decir, con las condiciones psicopáticas, la herencia, las influencias cósmicas y la imitación. En el capítulo 2 se aborda la cuestión de la raza y la herencia como factor de suicidio. El autor aquí somete a severas críticas los argumentos de Morselli, Wagner y Oettingen de que cada raza tiene su propia tasa de suicidios, y da razones en apoyo de su propia afirmación de que si, por ejemplo, los alemanes se suicidan con más frecuencia que otros pueblos, la razón es encontrarla no en la raza sino en civilización.

    Habiendo intentado así dejar de lado, o minimizar, los factores extra-sociales del suicidio, en el Libro 2 el profesor Durkheim procede a discutir las causas sociales y los tipos sociológicos de suicidio. Los tres principales tipos sociológicos de suicidio que califica egoísta, altruista y anómico.

    Por suicidio egoísta se entiende ese tipo particular de suicidio que es resultado del individualismo extremo, y los capítulos que se le dedican son principalmente una discusión sobre la influencia de la religión, la educación, la familia, etc., en la que se demuestra que todos los hechos indican que todo aflojamiento de lo social o doméstico aumenta la tendencia al suicidio. En general, el autor concluye que el suicidio varía en relación inversa con el grado de integración de la sociedad religiosa, doméstica y política.

    El suicidio altruista, un tipo predominante principalmente en las sociedades primitivas, y del que se puede tomar como ejemplo al sutado, se trata más brevemente. Es la característica del suicidio altruista ser, considerado no como un derecho sino como un deber, y su significación en la actualidad es pequeña.

    Una forma más importante de suicidio es aquella que el autor califica de anómico, por lo que se refiere a los suicidios producidos por cualquier choque o perturbación social repentina, como la debida a desastres económicos. Los hombres se suicidan egoístas porque no ven más razones para vivir, suicidio altruista porque la razón de vivir les parece estar fuera de la vida misma, suicidio anómico porque están sufriendo una perturbación de su actividad.

    Entonces el autor recurre a otra forma de suicidio con la que ya había tratado en cierta medida bajo la cabeza del suicidio egoísta (revelando así una debilidad en su clasificación) -los suicidios domésticos. Aquí se ocupa de los suicidios por divorcio, y desarrolla aún más en detalle el notable e interesante punto ya sacado, que el matrimonio es una mayor protección para los hombres que para las mujeres. Donde no existe el divorcio, o donde sólo se ha establecido últimamente, las mujeres contribuyen en mayor proporción a los suicidios de los casados que a los del célibe; cuanto más prevalente se vuelve el divorcio, más favorable es el matrimonio para las mujeres. El desarrollo del divorcio implica una mejora en la situación moral de las mujeres, y es el hombre divorciado el que está más expuesto al suicidio:

    “Llegamos así a una conclusión muy alejada de la idea actual respecto al papel que juega el matrimonio. Se considera como una institución establecida en beneficio de la esposa, a fin de proteger su debilidad contra los caprichos masculinos. En realidad, cualesquiera que hayan sido las causas históricas que llevaron al hombre a imponerse esta restricción, es él quien se ha beneficiado de ella. La libertad a la que así ha renunciado sólo podría haber sido una fuente de tormento para él. La mujer no tenía las mismas razones para abandonarla, y en este sentido, podemos decir que, al someterse a la misma regla, es ella quien ha hecho un sacrificio” (p. 311).

    En el Libro 3, el autor reúne sus argumentos, expone aún más su concepción general de la sociedad como un grupo de tendencias colectivas con una existencia propia tan real como las fuerzas cósmicas, discute la relación del suicidio con la criminalidad, y presenta las consecuencias prácticas de su estudio. El profesor Durkheim no tiene ninguna sugerencia importante que hacer en ayuda de la prevención del suicidio; se basa principalmente en su panacea favorita de asociaciones cooperativas de trabajadores, grupos profesionales o corporaciones desarrolladas sobre una nueva base e hicieron un órgano definido y reconocido de la vida cotidiana. En general, se trata de una obra que todo escritor posterior sobre el suicidio debe considerar seriamente, al tiempo que confirma la posición del profesor Durkheim como investigador original y sistemático de los problemas sociales.

    Preguntas para la Contemplación y la Discusión

    1. Según Ellis, ¿cuál es la concepción de Durkheim de la sociedad?
    2. En el último párrafo, Ellis afirma que Durkheim no proporciona ninguna “sugerencia importante” para ayudar a prevenir el suicidio, aparte de su “panacea favorita”. ¿Cuál es esta panacea favorita? ¿Cómo evitaría esto el suicidio?
    3. ¿Qué podemos aprender sobre la recepción de las ideas de Durkheim al momento de escribir?

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