8.1: Economías de libre mercado versus economías colectivistas
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El bienestar y la estabilidad de cualquier sociedad depende de si los miembros de esa sociedad son capaces de adquirir los bienes y servicios que necesitan o quieren. En las sociedades primitivas, estos temas fueron resueltos ya sea por una figura de autoridad reconocida (por ejemplo, un rey o un líder militar) o por el uso de la fuerza. En los tiempos modernos, aunque todavía tenemos reyes y dictadores, es probable que la fuente de autoridad sean las leyes y agencias gubernamentales. Las sociedades que utilizan primordialmente a las autoridades centralizadas para gestionar la creación y distribución de bienes y servicios se denominan economías colectivistas. La filosofía del comunismo se basa en la prescripción de que la autoridad centralizada es el mejor medio para satisfacer las necesidades y deseos de sus ciudadanos.
Durante milenios, incluso las sociedades colectivistas han incluido algún nivel de comercio en forma de comercio o compras con moneda. El uso de la palabra “mercado” para describir las actividades de los compradores y vendedores de bienes y servicios deriva de las zonas de reunión de la ciudad donde se llevaron a cabo dichos intercambios. Los primeros mercados estaban limitados en cuanto a la cantidad de bienes y servicios totales en una sociedad que se negociaban, pero en los últimos siglos, los mercados tomaron un papel cada vez mayor en la asignación de bienes y servicios, comenzando en Europa. Hoy en día, la mayoría de los países desarrollados operan de una manera donde el intercambio por mercados es la regla y no la excepción. Las sociedades que dependen principalmente de los mercados para determinar la creación de bienes y servicios se denominan economías de libre mercado.
Los países se inclinarán por ser más basados en el libre mercado o más colectivistas, pero ningún país es puramente uno o el otro. En Estados Unidos, que es predominantemente una economía de libre mercado, algunos servicios, como la protección contra incendios, son proporcionados por autoridades públicas. En China, que es una nación comunista, la actividad del libre mercado ha prosperado en las últimas décadas. Como discutiremos en este capítulo, aun cuando los mercados sean el principal vehículo de asignación, existe cierto grado de regulación sobre su funcionamiento.