39.4: Otros temas polémicos
- Page ID
- 134886
Juveniles y Psicofarmacología
Un informe reciente de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) ha sugerido que hasta 1 de cada 5 niños entre las edades de 5 y 17 años puede tener algún tipo de trastorno mental (por ejemplo, TDAH, autismo, ansiedad, depresión) (CDC, 2013). La incidencia del trastorno bipolar en niños y adolescentes también ha aumentado 40 veces en la última década (Moreno et al., 2007), y ahora se estima que 1 de cada 88 niños han sido diagnosticados con un trastorno del espectro autista (CDC, 2011). ¿Por qué ha habido tal incremento en estos números? No hay una respuesta única a esta importante pregunta. Algunos creen que una mayor conciencia pública ha contribuido a aumentar las referencias de maestros y padres de familia. Otros argumentan que el incremento se debe a cambios en el criterio utilizado actualmente para el diagnóstico. Otros sugieren que factores ambientales, ya sea prenatalmente o posnatalmente, han contribuido a este repunte.
No tenemos respuesta, pero la pregunta sí plantea una controversia adicional relacionada con cómo debemos tratar a esta población de niños y adolescentes. Muchos fármacos psicotrópicos utilizados para tratar trastornos psiquiátricos se han probado en adultos, pero pocos han sido probados para determinar su seguridad o eficacia con niños o adolescentes. Los psicotrópicos más establecidos prescritos para niños y adolescentes son los psicoestimulantes utilizados para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y existen datos clínicos sobre la efectividad de estos fármacos. Sin embargo, sabemos mucho menos sobre la seguridad y eficacia en poblaciones jóvenes de los medicamentos típicamente recetados para tratar la ansiedad, depresión u otros trastornos psiquiátricos. El cerebro joven sigue madurando hasta probablemente bien después de los 20 años, por lo que a algunos científicos les preocupa que las drogas que alteran la actividad neuronal en el cerebro en desarrollo puedan tener consecuencias significativas. Existe una evidente necesidad de ensayos clínicos en niños y adolescentes para probar la seguridad y efectividad de muchos de estos medicamentos, lo que también plantea una variedad de preguntas éticas sobre quién decide qué niños y adolescentes participarán en estos ensayos clínicos, quién puede dar su consentimiento, quién recibe reembolsos, etc.
El anciano y la psicofarmacología
Otra población que normalmente no ha sido incluida en ensayos clínicos para determinar la seguridad o efectividad de los psicotrópicos son los adultos mayores. Actualmente, hay muy poca evidencia de alta calidad que guíe la prescripción para personas mayores; los ensayos clínicos a menudo excluyen a personas con múltiples comorbilidades (otras enfermedades, afecciones, etc.), que son típicas de las poblaciones de adultos mayores (ver Hilmer & Gnjidic, 2008; Pollock et al., 2008). Este es un problema grave porque los adultos mayores consumen un número desproporcionado de los medicamentos recetados. El término polifarmacia se refiere al uso de múltiples fármacos, lo cual es muy común en poblaciones de adultos mayores en Estados Unidos. A medida que nuestra población envejece, algunos estiman que la proporción de personas de 65 años o más alcanzará el 20% de la población estadounidense para 2030, y este grupo consume el 40% de los medicamentos recetados. Como se muestra en la Tabla\(\PageIndex{1}\), es bastante claro por qué el ensayo clínico típico que analiza la seguridad y efectividad de los psicotrópicos puede ser problemático si tratamos de interpretar estos resultados para una población de adultos mayores.
Sujetos de ensayo clínico |
Pacientes de edad avanzada que reciben terapias farmacológicas |
Un medicamento |
Medicamento de interés y medicamentos |
Dosis única |
Administración crónica |
Sin enfermedad |
Enfermedades múltiples |
Sin alcohol, tabaco, medicamentos OTC*, nutracéuticos |
Medicamentos OTC*, nutracéuticos, alcohol, tabaco y otros |
20—40 años (vs. 60—75 años) |
65—100+ años |
Caucásicos |
Caucásicos y minorías |
Sesgo de selección |
Todos los interesados/Bases socioeconómicas |
El metabolismo de los medicamentos a menudo se ralentiza considerablemente para las poblaciones de ancianos, por lo que menos drogas pueden producir el mismo efecto (o con demasiada frecuencia, demasiado medicamento puede resultar en una variedad de efectos secundarios). Uno de los mayores factores de riesgo para las poblaciones de adultos mayores es la caída (y la rotura de huesos), lo que puede ocurrir si la persona mayor se marea por demasiada droga. También hay evidencia de que los medicamentos psicotrópicos pueden reducir la densidad ósea (empeorando así las consecuencias si alguien cae) (Brown & Mezuk, 2012). A pesar de que estamos adquiriendo conciencia sobre algunos de los problemas que enfrenta la farmacoterapia en poblaciones mayores, esta es un área muy compleja con muchas cuestiones médicas y éticas.
Este módulo brindó una introducción de algunas de las áreas importantes en el campo de la psicofarmacología. Debe ser evidente que este módulo acaba de tocar una serie de temas incluidos en este campo. También debe ser evidente que entender más sobre la psicofarmacología es importante para cualquier persona interesada en comprender el comportamiento y que nuestra comprensión de los temas en este campo tiene implicaciones importantes para la sociedad.
REFERENCIAS
Bailey D. G., Dresser G., & Arnold J. M. (2013). Interacciones pomelo-medicación: ¿Fruta prohibida o consecuencias evitables? Revista de la Asociación Médica Canadiense, 185 (4), 309—316. https://doi.org/10.1503/ cmaj.120951
Brown, M. J., & Mezuk, B. (2012). Cerebros, huesos y envejecimiento: Medicamentos psicotrópicos y salud ósea en adultos mayores. Informes Actuales de Osteoporosis, 10 (4), 303—311. https://doi.org/10.1007/ s11914-012-0121-4
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2011). Prevalencia de trastornos del espectro autista: red de monitoreo de autismo y discapacidades del desarrollo, 14 sitios, Estados Unidos, 2008. Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, 61 (Núm. SS-03), 1—19. https://www.cdc.gov/ mmwr/preview/mmwrhtml/ss6103a1.htm
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2013). Vigilancia de la salud mental en niños—Estados Unidos, 2005-2011. Reporte Semanal de Morbilidad y Mortalidad, 62 (Supl. 2), 1—35. https://www.cdc. gov/mmwr/preview/mmwrhtml/su6202a1.htm
Hilmer, N., & Gnjidic, D. (2008). Los efectos de la polifarmacia en adultos mayores. Farmacología Clínica y Terapéutica, 85 (1), 86—88. https://doi.org/10.1038/clpt.2008.224
Ioannidis, J. P. A. (2008). Efectividad de los antidepresivos: ¿Un mito de evidencia construido a partir de mil ensayos aleatorios? Filosofía, Ética y Humanidades en Medicina, 3 (1), 14. https://doi. org/10.1186/1747-5341-3-14
Kessler, R. C., Chiu, W. T., Demler, O., & Walters, E. E. (2005). Prevalencia, severidad y comorbilidad de trastornos DSM-IV a doce meses en la Replicación de la Encuesta Nacional de Comorbilidad (NCS-R). Archivos de Psiquiatría General, 62 (6), 617—627. https://doi.org/10.1001/archpsyc.62.6.617
Moreno, C., Laje, G., Blanco, C., Jiang, H., Schmidt, A. B., & Olfson, M. (2007). Tendencias nacionales en el diagnóstico ambulatorio y tratamiento del trastorno bipolar en la juventud. Archivos de Psiquiatría General, 64 (9), 1032—1039. https://doi.org/10.1001/archpsyc.64.9.1032
Pollock, B. G., Forsyth, C. E., & Bies, R. R. (2008). El papel crítico de la farmacología clínica en la psicofarmacología geriátrica. Farmacología Clínica y Terapéutica, 85 (1), 89—93. https://doi.org/10.1038/ clpt.2008.229
Rohsenow, D. J., Niaura, R. S., Childress, A. R., Abrams, D. B., & Monti, P. M. (1990). Reactividad cue en conductas adictivas: implicaciones teóricas y terapéuticas. Revista Internacional de Adicciones, 25 (Supl. 7), 957—993. https://doi.org/10.3109/10826089109071030
Schwartz, J. B., & Abernethy, D. R. (2008). Envejecimiento y medicamentos: Pasado, presente, futuro. Farmacología Clínica y Terapéutica, 85 (1), 3—10. https://doi.org/10.1038/clpt.2008.238
Organización Mundial de la Salud. (2004). Promover la salud mental: Conceptos, evidencia emergente, práctica (Informe resumido). http://www.who.int/ mental_health/evidence/en/promoting_mhh.pdf
Zhou, S.-F. (2009). Polimorfismo del citocromo humano P450 2D6 y su significación clínica: Parte II. Farmacocinética Clínica, 48, 761—804. https://doi.org/10.2165/11318070-000000000-00000