El método de encuesta puede ser utilizado para investigaciones descriptivas, exploratorias o explicativas. Este método es el más adecuado para estudios que tienen personas individuales como unidad de análisis. Si bien otras unidades de análisis, como grupos, organizaciones o díadas (pares de organizaciones, como compradores y vendedores), también se estudian mediante encuestas, dichos estudios suelen utilizar a una persona específica de cada unidad como “informante clave” o “apoderado” para esa unidad, y tales encuestas pueden estar sujetas a sesgos del encuestado si el informante elegido no tiene los conocimientos adecuados o tiene una opinión sesgada sobre el fenómeno de interés. Por ejemplo, los directores ejecutivos pueden no conocer adecuadamente las percepciones de los empleados o el trabajo en equipo en sus propias empresas y, por lo tanto, pueden ser el informante equivocado para los estudios de dinámica de equipo o autoestima de los empleados.
La investigación de encuestas tiene varias fortalezas inherentes en comparación con otros métodos de investigación. Primero, las encuestas son un excelente vehículo para medir una amplia variedad de datos no observables, como las preferencias de las personas (por ejemplo, la orientación política), los rasgos (por ejemplo, la autoestima), las actitudes (por ejemplo, hacia los inmigrantes), las creencias (por ejemplo, sobre una nueva ley), los comportamientos (por ejemplo, el comportamiento de fumar o beber) o información (e.g., ingresos). En segundo lugar, la investigación de encuestas también es ideal para recopilar datos de forma remota sobre una población que es demasiado grande para observarla directamente. Un área extensa, como todo un país, puede cubrirse mediante encuestas por correo, correo electrónico o telefónicas utilizando muestreos meticulosos para asegurar que la población esté adecuadamente representada en una muestra pequeña. En tercer lugar, debido a su naturaleza discreta y a la capacidad de responder a su conveniencia, algunos encuestados prefieren las encuestas por cuestionarios. Cuarto, las entrevistas pueden ser la única manera de llegar a ciertos grupos de población como los indigentes o los inmigrantes ilegales para los que no existe un marco de muestreo disponible. En quinto lugar, las encuestas de muestreo grandes pueden permitir la detección de pequeños efectos incluso al analizar múltiples variables, y dependiendo del diseño de la encuesta, también pueden permitir el análisis comparativo de subgrupos de población (es decir, análisis dentro del grupo y entre grupos). Sexto, la investigación de encuestas es económica en términos de tiempo, esfuerzo y costo del investigador que la mayoría de los otros métodos como la investigación experimental y la investigación de casos. Al mismo tiempo, la investigación de encuestas también tiene algunas desventajas únicas. Está sujeto a un gran número de sesgos como sesgo de no respuesta, sesgo de muestreo, sesgo de deseabilidad social y sesgo de recuerdo, como se discutió en la última sección de este capítulo.
Dependiendo de cómo se recopilen los datos, la investigación de encuestas se puede dividir en dos categorías amplias: encuestas por cuestionario (que pueden ser encuestas por correo, administradas por grupos o en línea) y encuestas de entrevistas (que pueden ser entrevistas personales, telefónicas o de grupos focales). Los cuestionarios son instrumentos que son completados por escrito por los encuestados, mientras que las entrevistas son completadas por el entrevistador a partir de respuestas verbales proporcionadas por los encuestados. Como se analiza a continuación, cada tipo tiene sus propias fortalezas y debilidades, en términos de sus costos, cobertura de la población objetivo y flexibilidad del investigador para hacer preguntas.
