Un desafío final — Doce filas de tonos
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Al usar todos los tonos de la escala cromática antes de que se repita cualquier tono, la música de doce tonos o serie evita crear un centro tonal estable ya que nos hemos acostumbrado a escuchar cuando tocamos. Al mirar más de cerca una fila, frecuentemente vemos grupos de tres o cuatro notas en un patrón ahora familiar. Como ejemplo, consideremos el Concierto para violín Alban Berg.
Las notas del uno al tres forman una tríada menor. Las notas del tres al seis son un séptimo acorde dominante. Los lanzamientos de seis a ocho son una tríada aumentada y de siete a nueve son una tríada mayor. Finalmente, del nueve al 12 hacen una escala de tono completa. Antes de jugar por primera vez es recomendable pasar unos momentos escaneando el ejercicio en busca de estos patrones familiares.
Como reto final se incluyen cuatro ejercicios basados en las filas de tonos de composiciones célebres. Cada uno ha sido transpuesto para comenzar en F y consiste en el orden original (P\(_0\)) la inversión retrógrada (al revés y hacia atrás, RI\(_0\)) y la retrógrada (hacia atrás, R\(_0\)). De esta manera cada ejercicio es capaz de regresar al tono inicial mientras obedece las reglas de composición serial.