4.3: Visión general
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El músculo es uno de los cuatro tipos de tejido primario. Hay tres tipos de tejido muscular: músculo esquelético, músculo cardíaco y músculo liso. Los tres tipos de músculos tienen algunas propiedades en común. Todos ellos exhiben excitabilidad a medida que sus membranas plasmáticas cambian sus estados eléctricos (despolarización) y envían una señal eléctrica en un patrón de onda llamado potencial de acción a lo largo de toda la membrana celular del músculo esquelético. El músculo esquelético depende del sistema nervioso para funcionar correctamente. A esto se le conoce como moción voluntaria. En contraste, el sistema nervioso influye en menor grado en la actividad del músculo cardíaco y liso. Por otro lado, tanto el músculo cardíaco como el músculo liso pueden responder a otros estímulos, como las catecolaminas (epinefrina y norepinefrina) de la sangre, hormonas y estímulos locales.
El mioepitelio y los miofibroblastos son tipos especializados de epitelio y fibroblastos, respectivamente, que tienen capacidad contráctil. Las células mioepiteliales a menudo se localizan dentro y alrededor de las glándulas donde el producto extracelular producido por las células epiteliales necesita ser movido por acción contráctil hacia el sistema de conductos. Los miofibroblastos a menudo se ven en la cicatrización de heridas y ayudan en la maduración y contracción del tejido de granulación (tejido conectivo fibroso inmaduro) a medida que madura y se contrae.