2.1:500-1500 AD

Durante la mayor parte de la historia mundial, Europa occidental fue insignificante y débil. Tras la caída de Roma en el siglo V, las potencias dominantes en el Mediterráneo y Oriente Medio fueron Bizancio (hoy Estambul) y varios imperios musulmanes, que rápidamente se expandieron desde la Península Arábiga en el siglo VII y controlaron la zona desde España hasta India. La dinastía mongol llegó hasta Europa. China dominó el este y sudeste asiático y las misiones comerciales del almirante Zeng He se extendieron hasta India y África. En ese momento, nueve de cada diez de las ciudades más grandes del mundo estaban fuera de Europa.

En tanto, del 500 al 1500 d.C., Europa se dividió principalmente entre líderes feudales locales en constante guerra que eran pobres y débiles. Sin embargo, a partir de 1500 y hasta finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945, Europa sufrió revoluciones agrícolas, demográficas e industriales y llegó a dominar la política y la economía mundiales.

Diversas potencias surgieron en Europa a lo largo de este periodo, pero sólo unas pocas se extendieron por el resto del mundo. En los años 1500 y 1600, primero Portugal, España y luego los Países Bajos/Holanda desarrollaron mejores armas, barcos y navegación. Los portugueses y los holandeses empujaron alrededor de la costa de África hacia Arabia y Asia y los españoles cruzaron el Atlántico hacia las Américas. (Típico de la psicología eurocéntrica de la época, en el Tratado de Tordesillas de 1494 la Iglesia Católica había dividido el mundo por la mitad cuando no sabían realmente qué estaba dónde, dando las Américas a España y dando África y Asia a Portugal. (Parte de Brasil pasó a caer en el lado portugués de la línea, por lo que Brasil es el único país de habla portuguesa en América Latina).

En las Américas, los españoles hicieron fortunas arrancando enormes cantidades de oro y plata y utilizando mano de obra esclava nativa americana para extraer más. El portugués primero ganó dinero en el comercio de oro y esclavos desde África. Entonces ellos y los holandeses ganaron mucho dinero trayendo especias y otros productos de Asia. (En ese momento, la pimienta, la canela y el clavo de olor valían literalmente su peso en oro). Los españoles y portugueses nunca se industrializaron a lo grande, pero la pequeña Holanda dio un gran paso adelante al integrar un sistema moderno de comercio, manufactura y finanzas a escala mundial, que los convirtió en la nación más rica del mundo durante varias décadas.