Preguntas a considerar:
- ¿Es mi culpa que tenga privilegio?
- ¿Cuánto tiempo continuarán los esfuerzos de diversidad, equidad e inclusión?
- ¿Qué se gana con la competencia cultural?
El privilegio no es solo para los blancos
El privilegio es un derecho o exención de responsabilidad o deber otorgado como beneficio o ventaja especial. La opresión es el resultado del “uso del privilegio y el poder institucional, en donde una persona o grupo se beneficia a expensas de otra” 1, según la Escuela de Trabajo Social Suzanne Dworak Peck de la Universidad del Sur de California.
Así como todos tienen sesgos implícitos, todos tienen cierto privilegio, también. Por ejemplo, consideremos el privilegio que trae el ser una cierta altura. Si la estatura de alguien es cercana a la estatura promedio, es probable que tenga un privilegio de conveniencia cuando se trata de muchas actividades del día a día. Una persona de estatura promedio no necesita asistencia para llegar a artículos en estantes altos de las tiendas y no necesita ajustes en su automóvil para llegar al pedal del freno. No hay nada malo en tener este privilegio, pero reconocerlo, especialmente al considerar a otros que no lo comparten, puede ser revelador y empoderador.
La gente adinerada tiene el privilegio de no tener que luchar económicamente. Los ricos pueden generar ahorros para la jubilación, pueden permitirse vivir en los barrios más seguros y pagar de su bolsillo la educación privada de sus hijos. Las personas con educación universitaria y títulos avanzados son privilegiadas porque un título universitario permite una mejor elección de empleo y potencial de ingresos. Su privilegio no borra el arduo trabajo y sacrificio necesarios para obtener esas titulaciones, pero las titulaciones a menudo conducen a ventajas. Y, sí, los blancos son privilegiados sobre las minorías raciales. ¿Recuerdas la explicación de Malcolm Gladwell de cómo lo trataron cuando la gente asumía que era blanco en lugar de cómo la gente lo trataba cuando asumían que era negro?
No es culpa de nadie que puedan tener privilegios en una situación dada. En pos de la civilidad, la diversidad, la equidad y la inclusión, el objetivo no es explotar el privilegio sino compartirlo. ¿Qué significa eso? Significa que cuando se te da la oportunidad de contratar a un nuevo empleado o incluso elegir a alguien para tu grupo de estudio, haces un esfuerzo por ser inclusivo y no despedir a alguien que no ha tenido las mismas ventajas académicas que tú. Quizás podrías ser mentor de un estudiante que de otra manera se sentiría aislado. Compartir tu privilegio también podría significar reconocer cuando la diversidad está ausente, hablar sobre temas que otros se sienten intimidados por apoyar y hacer donaciones a causas que consideras dignas.
En pos de la civilidad, la diversidad, la equidad y la inclusión, el objetivo no es explotar el privilegio sino compartirlo.
Cuando eres culturalmente competente, te das cuenta de cómo tu privilegio puede poner en desventaja a otros. Con un poco de esfuerzo, puedes nivelar el campo de juego sin hacerte vulnerable a quedarte atrás.
APLICACIÓN
Piensa en una actividad regular como ir a una clase. ¿De qué manera eres privilegiado en esa situación? ¿Cómo puedes compartir tu privilegio con los demás?
“La vigilancia eterna es el precio de la civilidad”.
En la declaración original se lee: “La vigilancia eterna es el precio de la libertad”. La historia a veces acredita esa declaración a Thomas Jefferson y a veces a Wendell Holmes. Irónicamente, nadie estaba prestando suficiente atención para documentarlo con precisión. Aún así, el significado es claro: si relajamos nuestros estándares, podemos perderlo todo.
La civilidad es como la libertad; requiere atención constante. Tenemos que ajustar la conciencia de la diversidad, las políticas y las leyes para adaptarse a las necesidades siempre cambiantes de la sociedad. Sin la vigilancia de los trabajadores de derechos civiles, la sociedad podría haber vuelto a entrar en la era de Jim Crow. Sin activistas como Betty Friedan, Gloria Steinem y Flo Kennedy permaneciendo vigilantes, las mujeres podrían no haber logrado los logros que lograron en la década de 1970. Sigue siendo necesaria una atención constante porque en el caso del poder adquisitivo de las mujeres, solo ganan alrededor de 80 centavos por cada dólar que gana un hombre. La vigilancia constante requiere pasión y persistencia. Las cronologías de activismo de nativos americanos, afroamericanos, asiático-americanos, la comunidad LGBTQ+, inmigrantes, estudiantes, trabajadores y otros grupos están llenas de paradas y arranques, giros y giros que representan ajustes a sus movimientos basados en las necesidades cambiantes de las generaciones más jóvenes. Mientras haya nuevas generaciones de estos grupos, tendremos que perseguir la diversidad, la equidad y la inclusión.
Tu Futuro y Competencia Cultural
¿Dónde estarás dentro de cinco años? ¿Serás dueño de tu propio negocio? ¿Serás un padre que se queda en casa? ¿Estarás ascendiendo en la escalera corporativa del trabajo de tus sueños? ¿Estarás cursando un título avanzado? A lo mejor te habrás asentado en un trabajo de nivel de entrada con buenos beneficios y estarás dispuesto a quedarte ahí por un tiempo. Dondequiera que la vida te lleve en el futuro, necesitarás ser culturalmente competente. Su competencia será una habilidad valiosa no sólo por la creciente diversidad y conciencia en Estados Unidos, sino también porque vivimos en un mundo con conexiones globales cada vez mayores.
Si no hablas un segundo idioma, trata de aprender uno. Si puedes viajar, hazlo, aunque sea a otro estado o región de Estados Unidos. Ve cómo viven los demás para entender su experiencia y la tuya. Para citar a Mark Twain, “Viajar es fatal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de miras”. Cuanto más nos exponemos a diferentes culturas y experiencias, más comprensión y tolerancia tendemos a tener.
Estados Unidos no es perfecto en su práctica de diversidad, equidad e inclusión. Aún así, en comparación con gran parte del mundo, los estadounidenses son privilegiados en varios frentes. No todos pueden perseguir sus sueños tan libremente como lo hacen los estadounidenses. Nuestras elecciones democráticas y gobierno representativo nos dan un papel en nuestro futuro.
Comprender la diversidad y ser culturalmente competente hará que haya un futuro mejor para todos.
