28.2: Punto de partida

A medida que la cooperación y la colaboración adquieren cada vez más importancia en los lugares de trabajo, las sociedades y el mundo en su conjunto, es natural que, para preparar a los alumnos para este mundo, los educadores también estén tomando una interés. Sin embargo, la mayoría de las escuelas hacen poco para promover ya sea iniciativas de aprendizaje autodirigidas, colectivas o el desarrollo de habilidades que los estudiantes necesitan para escucharse efectivamente entre sí, abordando “temas y problemas complejos que requieren diferentes tipos de experiencia” de los que actualmente pueden estudiar o emular en la escuela (Bielaczyc & Collins, 1999, p. 272). Con el rápido desarrollo y expansión de las infraestructuras tecnológicas, se están expandiendo las posibilidades de aprovechar la tecnología para permitir la colaboración. Sin embargo, a medida que avanzamos para aprovechar estas posibilidades, nos encontramos con nuevos desafíos y descubrimos complejidades inesperadas para fomentar los empeños de colaboración en línea.

Aquí ofrecemos una visión general del aprendizaje colaborativo, particularmente en la educación de adultos y superior. Primero definimos la cooperación y la colaboración, luego explicamos por qué son deseables, y delineamos lo que necesitas para lograrlas, examinando tanto temas específicos para trabajar con tecnología como aquellos que son comunes a situaciones online y offline. Finalmente, analizamos temas más amplios que involucran culturas de colaboración y posibles direcciones futuras para el aprendizaje colaborativo. Esta visión general servirá de trasfondo para las historias que siguen.