En las últimas décadas, el concepto de instrucción directa ha cobrado asociaciones negativas entre algunos educadores. Debido a que la instrucción directa a menudo se asocia con la enseñanza tradicional estilo conferencia a aulas llenas de estudiantes pasivos sentados obedientemente en escritorios y tomando notas, algunos educadores y reformadores pueden considerarla anticuada, pedante o insuficientemente considerada con las necesidades de aprendizaje de los estudiantes.
Dicho esto, muchas de las connotaciones negativas de la instrucción directa probablemente resultan de una definición limitada del concepto o de un malentendido de sus técnicas. Por ejemplo, todos los maestros, por necesidad, utilizan alguna forma de instrucción directa en su enseñanza, es decir, preparar cursos y lecciones, presentar y demostrar información, y proporcionar explicaciones e ilustraciones claras de conceptos son actividades docentes esenciales, y hasta cierto punto inevitables,. Las percepciones negativas de la práctica tienden a surgir cuando los maestros dependen demasiado de la instrucción directa, o cuando no utilizan técnicas alternativas que pueden ser más adecuadas para la lección en cuestión o que pueden mejorar el interés, el compromiso y la comprensión de los estudiantes.
Si bien una conferencia sostenida de cuarenta y cinco minutos puede no ser considerada una estrategia de enseñanza efectiva por muchos educadores, las estrategias alternativas que pueden abogar, como el aprendizaje personalizado o el aprendizaje basado en proyectos, por nombrar solo dos opciones, casi con certeza requerirán algún nivel de instrucción directa por parte de los profesores. En otras palabras, los maestros rara vez utilizan la instrucción directa o algún otro enfoque de enseñanza; en la práctica real, con frecuencia se mezclan diversas estrategias. Por estas razones, las percepciones negativas de la instrucción directa probablemente resulten más de una excesiva dependencia generalizada del enfoque, y de la tendencia a verlo como una opción de uno u otro, más que de su valor inherente al proceso instruccional.
(Instrucción Directa, 2013)
El siguiente apartado del capítulo está adaptado de:McLeskey, J., Barringer, M-D., Billingsley, B., Brownell, M., Jackson, D., Kennedy, M., Lewis, T., Maheady, L., Rodríguez, J., Scheeler, M. C., Winn, J., & Ziegler, D. (2017, enero). Prácticas de alto apalancamiento en educación especial. Arlington, VA: Consejo para Niños Excepcionales y Centro CEEDAR. (Dominio público)
Práctica de Alto Apalancamiento #16 Uso de Instrucción
Los maestros hacen explícitos el contenido, las habilidades y los conceptos al mostrar y decirle a los estudiantes qué hacer o pensar mientras resuelven problemas, promulgan estrategias, completan tareas y clasifican conceptos. Los maestros utilizan la instrucción explícita cuando los estudiantes están aprendiendo nuevos materiales y conceptos y habilidades complejos. Eligen estratégicamente ejemplos y no ejemplos y lenguaje para facilitar la comprensión de los estudiantes, anticipar conceptos erróneos comunes, resaltar contenido esencial y eliminar la información que distraiga. Ellos modelan y andamian los pasos o procesos necesarios para comprender el contenido y los conceptos, aplicar habilidades y completar tareas de manera exitosa e independiente. (Prácticas de alto apalancamiento en educación especial. Arlington, VA: Consejo para Niños Excepcionales y Centro CEEDAR. Dominio público)
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[Consejo para Niños Excepcionales]. (2019, 22 de abril). HLP #16 Usar Instrucción Explícita.
