Saltar al contenido principal
LibreTexts Español

34.3: Trastorno de pánico y agorafobia

  • Page ID
    134764
  • \( \newcommand{\vecs}[1]{\overset { \scriptstyle \rightharpoonup} {\mathbf{#1}} } \) \( \newcommand{\vecd}[1]{\overset{-\!-\!\rightharpoonup}{\vphantom{a}\smash {#1}}} \)\(\newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\) \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\) \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\) \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \(\newcommand{\id}{\mathrm{id}}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\) \( \newcommand{\kernel}{\mathrm{null}\,}\) \( \newcommand{\range}{\mathrm{range}\,}\) \( \newcommand{\RealPart}{\mathrm{Re}}\) \( \newcommand{\ImaginaryPart}{\mathrm{Im}}\) \( \newcommand{\Argument}{\mathrm{Arg}}\) \( \newcommand{\norm}[1]{\| #1 \|}\) \( \newcommand{\inner}[2]{\langle #1, #2 \rangle}\) \( \newcommand{\Span}{\mathrm{span}}\)\(\newcommand{\AA}{\unicode[.8,0]{x212B}}\)

    ¿Alguna vez te has metido en un accidente cercano o te han tomado por sorpresa de alguna manera? Es posible que haya sentido una inundación de sensaciones físicas, como un corazón palpitante, dificultad para respirar u sensaciones de hormigueo. Esta reacción de alarma se llama la respuesta de “lucha o huida” (Cannon, 1929) y es la reacción natural de tu cuerpo al miedo, preparándote para pelear o escapar en respuesta a amenazas o peligros. Es probable que no estuvieras demasiado preocupado por estas sensaciones, porque sabías lo que las estaba causando. Pero imagina si esta reacción de alarma saliera “de la nada”, sin razón aparente, o en una situación en la que no esperabas estar ansioso o temeroso. A esto se le llama un ataque de pánico “inesperado” o una falsa alarma. Debido a que no hay razón aparente o señal para la reacción de alarma, podrías reaccionar ante las sensaciones con miedo intenso, tal vez pensando que estás teniendo un ataque al corazón, o volviéndose loco, o incluso muriendo. Podrías comenzar a asociar las sensaciones físicas que sentiste durante este ataque con este miedo y puedes empezar a hacer todo lo posible para evitar volver a tener esas sensaciones.

    Los ataques de pánico inesperados como estos están en el corazón del trastorno de pánico (EP). No obstante, para recibir un diagnóstico de EP, la persona no solo debe tener ataques de pánico inesperados sino que también debe experimentar una intensa ansiedad y evitación continuada relacionada con el ataque durante al menos un mes, causando angustia o interferencia significativa en su vida. Las personas con trastorno de pánico tienden a interpretar incluso las sensaciones físicas normales de una manera catastrófica, lo que desencadena más ansiedad e, irónicamente, más sensaciones físicas, creando un círculo vicioso de pánico (Clark, 1986, 1996). La persona puede comenzar a evitar una serie de situaciones o actividades que produzcan la misma excitación fisiológica que estuvo presente durante los inicios de un ataque de pánico. Por ejemplo, alguien que experimentó un corazón palpitante durante un ataque de pánico podría evitar el ejercicio o la cafeína. Alguien que experimentó sensaciones de asfixia podría evitar usar suéteres o collares de cuello alto. La evitación de estas señales internas corporales o somáticas para el pánico se ha denominado evitación interoceptiva (Barlow & Craske, 2007; Brown et al., 2005; Craske & Barlow, 2008; Shear et al., 1997).

    El individuo también puede haber experimentado un impulso abrumador de escapar durante el inesperado ataque de pánico. Esto puede llevar a la sensación de que ciertos lugares o situaciones, particularmente situaciones en las que la fuga podría no ser posible, no son “seguros”. Estas situaciones se convierten en señales externas para el pánico. Si la persona comienza a evitar varios lugares o situaciones, o aún soporta estas situaciones pero lo hace con una cantidad significativa de aprehensión y ansiedad, entonces la persona también tiene agorafobia (Barlow, 2002; Craske & Barlow, 1988, 2008). La agorafobia puede causar alteraciones significativas en la vida de una persona, haciendo que se desvíe de su camino para evitar situaciones, como agregar horas a un viaje para evitar tomar el tren o solo pedir comida para llevar para evitar tener que ingresar a una tienda de abarrotes. En un trágico caso visto por nuestra clínica, una mujer que padecía agorafobia no había salido de su departamento por 20 años y había pasado los últimos 10 años confinada a una pequeña área de su departamento, lejos de la vista del exterior. En algunos casos, la agorafobia se desarrolla en ausencia de ataques de pánico y por lo tanto es un trastorno separado en el DSM-5. Pero la agorafobia a menudo acompaña al trastorno de pánico.

    Alrededor del 4.7% de la población ha cumplido criterios de EP o agorafobia a lo largo de su vida (Kessler, Chiu, et al., 2005; Kessler et al., 2006) (ver Cuadro 34.2.1). En todos estos casos de trastorno de pánico, lo que alguna vez fue una reacción de alarma natural adaptativa ahora se convierte en una falsa alarma aprendida, y muy temida.


    34.3: Trastorno de pánico y agorafobia is shared under a CC BY-NC-SA license and was authored, remixed, and/or curated by LibreTexts.