8.1: Introducción al Capítulo

En contraste tanto con el énfasis a menudo oscuro y subconsciente de los teóricos psicodinámicos como con las perspectivas algo frías y calculadas de los teóricos conductuales y cognitivos, los psicólogos humanistas se centran en el potencial de crecimiento personal y autorrealización de cada individuo. Carl Rogers estuvo influenciado por fuertes experiencias religiosas (tanto en América como en China) y su carrera clínica temprana en un hospital infantil. En consecuencia, desarrolló sus técnicas terapéuticas y la teoría acompañante de acuerdo con una perspectiva positiva y esperanzadora. Rogers también se centró en las características únicas y el punto de vista de los individuos.

Abraham Maslow es mejor conocido por sus extensos estudios sobre el rasgo más destacado de la perspectiva humanista: la autorrealización. También es quien se refirió a la psicología humanista como la tercera fuerza, después de las perspectivas psicodinámicas y comportales/cognitivas, y abordó específicamente la necesidad de que la psicología vaya más allá de su estudio de individuos insalubres. También se interesó por la psicología del lugar de trabajo, y su reconocimiento en el ámbito empresarial tal vez lo ha convertido en el psicólogo más famoso.

Henry Murray era una figura enigmática, que aparentemente no logró reconocer adecuadamente a la mujer que inspiró gran parte de su obra, y que creía que su vida había sido una especie de fracaso. Quizás sintió remordimiento como resultado de mantener una relación extramatrimonial con la mencionada mujer, ¡gracias en gran parte al consejo y ayuda de Carl Jung! Murray extendió una perspectiva principalmente psicodinámica al estudio de las necesidades humanas en individuos normales. Su Test Temático de Apercepción fue una de las primeras pruebas psicológicas aplicadas fuera de un entorno terapéutico, y proporcionó la base para estudiar la necesidad de logro (algo parecido a una forma aprendida de autorrealización).